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Como el otorrino

Los pacientes de la Marina Baixa esperan más de un año para ver a especialistas como el otorrino

Otros de los servicios más saturados son Oftalmología o Anestesia, con una espera que ronda los 12 meses

Un otorrino pasa consulta a un paciente en un hospital de la provincia. En la Marina Baixa, los ciudadanos han de esperar un año la cita. INFORMACIÓN

Vuelva usted... en febrero de 2020. Ésta es la respuesta que se ha llevado esta misma semana un usuario de la Sanidad pública de la Marina Baixa después de que su médico de cabecera le derivara a la consulta del otorrino al detectar que tenía una pérdida de audición. Su caso, aunque llamativo por estar hablando de un año y un mes de demora, no es singular. Todo lo contrario.

Los ciudadanos de la Marina Baixa esperan más de un año para ver a médicos de especialidades como Otorrinolaringología, Oftalmología o Anestesiología, según los datos recabados por este diario y confirmados por fuentes oficiales del departamento. Otras especialidades, como Traumatología, también acumulan meses de retraso y quienes necesitan pruebas diagnósticas como una ecocardiografía o un electroencefalograma han de esperar 4,3 y 6 meses respectivamente, mientras que en otros departamentos sanitarios, como los de Alcoy, Elche o el Hospital General, estas mismas pruebas se realizan en un plazo de entre 3 y 15 días, según los datos aportados el pasado año por la propia conselleria de Sanidad.

¿Qué es entonces lo que falla en la Marina Baixa? Principalmente, dos cosas: medios y personal. Así lo han denunciado en multitud de ocasiones los representantes sindicales y los propios afectados, mientras que desde la dirección del departamento afirman que se está trabajando duro por solventar una situación que se arrastra desde hace años y que cada día se ve más agravada al deteriorarse las infraestructuras y las condiciones de trabajo del personal.

Los números

Como ejemplo, volvemos al caso del otorrino. El departamento de salud comarcal cuenta con cinco plazas de Otorrinolaringología para atender a una población censada que ronda los 200.000 habitantes. Esto es, un médico por cada 40.000 ciudadanos. A ello habría que añadir la baja de uno de estos especialistas, que ha sido trasladado a otro hospital de la provincia y cuya vacante se sigue sin cubrir. De modo que, realmente, tan solo son cuatro médicos los que están ejerciendo, lo que modifica sustancialmente la ecuación: 1 otorrino por cada 50.000 ciudadanos.

Búsqueda de sustitutos

Fuentes sanitarias señalan que para aliviar el colapso que arrastra esta especialidad harían falta, al menos, otros cuatro especialistas más. Es decir, el doble de la plantilla que actualmente está prestando servicio en el departamento de salud de la Marina Baixa.

De momento, la dirección del departamento se conformaría con encontrar reemplazo para cubrir la única plaza vacante con la que cuenta ahora mismo esta especialidad. Así lo manifestó la gerente del área de salud comarcal, Rosa Louis Cereceda, quien atribuyó gran parte de la demora para ver al otorrino a la falta de personal existente. La responsable sanitaria explicó que lleva semanas buscando facultativos con los que cubrir la plaza, pero lamentó que el Hospital de la Marina Baixa es «un hospital de tránsito y es muy difícil encontrar especialistas para cubrir vacantes. Ese problema no existe en el General o en el Hospital de San Juan, por ejemplo, pero aquí lo sufrimos mucho», lamentó Cereceda.

En cualquier caso, la gerente explicó que la demora de más de un año para ver al especialista no se produce en casos urgentes o de gravedad: «Si hay algún mínimo indicio de que pueda ser un caso urgente, se remite de inmediato al especialista, pero para los pacientes no urgentes no hay más remedio que hacerles esperar».

Obras que también retrasan

Además de la falta de medios y de personal, se da otra circunstancia. Durante el tramo final del pasado año, el Hospital de La Vila ha estado sometido a un proceso de renovación de techos que obligó durante varias semanas a cancelar o aplazar consultas de especialidades, operaciones y otro tipo de pruebas. A ellos hay que sumar el cierre de un ala de quirófanos por la caída de un falso techo y el retraso en las obras de modernización de la planta de Especialidades Quirúrgicas.

Desde el sindicato Comisiones Obreras atribuyeron también a estas tres circunstancias parte del «horroroso retraso» de algunas especialidades, que ya arrastraban demora y que han visto cómo el número de pacientes en espera se ha ido poco a poco disparando hasta límites desorbitantes.

Desde la dirección del departamento confían, no obstante, en que la situación comience a revertir pronto. De hecho, la gerente anunció ayer que, como ya ha ocurrido con unidades como Cirugía u Oftalmología, a partir de la próxima semana los otorrinos también empezarán a pasar consulta por las tardes para intentar agilizar la lista de espera de esta especialidad y, sobre todo, para evitar que siga en aumento.

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