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Benidorm

Casas tradicionales de Benidorm se reconvierten en alojamientos por el tirón turístico del centro

Cuatro antiguas viviendas enclavadas entre las calles Mayor y Costera del Barco albergarán un edificio de pisos vacacionales

Casas tradicionales de Benidorm se reconvierten en alojamientos por el tirón turístico del centro

El peso turístico que tiene Benidorm y el tirón que cada vez más tiene el centro de las ciudades entre muchos viajeros están promoviendo una auténtica transformación en las pocas casas tradicionales que aún quedan -o hasta hace pocos meses, quedaban- en pie en el casco antiguo de la ciudad. Así puede comprobarse con un simple paseo por las calles más céntricas, donde el espectador podrá presenciar numerosas obras en vías como Tomás Ortuño, Alameda, Mayor, Costera del Barco o Alcalde Jaume Ferrer Nomdedeu -hasta hace pocos años, Travesía San Miguel-. En todas ellas se ha producido un camino más o menos similar: echar abajo las antiguas edificaciones para levantar casas nuevas. Y, en algunos casos, provocando la desaparición de viviendas emblemáticas, como la del fotógrafo Simeón Nogueroles, que retrató el Benidorm de mitad del siglo pasado, derruida a finales de 2017.

Una de las operaciones urbanísticas de mayor calado de cuantas se están llevando a cabo ahora mismo en el casco antiguo es la que promueve la mercantil Benitelmo SL, vinculada a la familia Moll. El Ayuntamiento autorizó hace ahora un año la demolición de tres antiguas edificaciones ubicadas en la calle Mayor, la que sube directa desde la Alameda a la iglesia parroquial de San Jaime y Santa Ana o el Castillo, y una de cuarta con fachada a la Costera del Barco y que linda con las anteriores. En el inmenso solar resultante se ha iniciado ya la construcción de un nuevo edificio que, según la información que maneja el Consistorio, se destinará a apartamentos turísticos. Su ubicación es del todo estratégica: en pleno centro, a escasos metros de la playa y con distintos puntos de interés turístico o gastronómico a escasos metros. Quién da más.

Reforma y puesta en valor

Otras viviendas tradicionales enclavadas a escasos metros de ésta también han pasado su particular transformación, aunque de manera menos traumática, puesto que los trabajos se han limitado a una modernización y puesta en valor. Es el caso de la casa de la familia Barceló Llorens en la calle San Miguel que, tras una importante reforma interior manteniendo todos los exteriores, se ha reconvertido en apartamentos vacacionales.

Lo mismo ocurrirá con la casa de la familia Orozco Cortés, en la Travesía San Miguel y que a mitad del siglo pasado albergó una tienda de ultramarinos y la primera bodega donde se podía comprar vino a granel. En la actualidad, el interior de la casa está totalmente en obras aunque desde el exterior apenas se aprecia la importante reforma que se está llevando a cabo. Fuentes municipales indicaron que también se reconvertirá en alojamiento turístico.

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