En saco roto. Las reclamaciones de los hoteleros ante el Gobierno central para lograr de una vez por todas un aumento de los fondos públicos que se destinan a cubrir parte del programa de vacaciones para jubilados articulado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) han vuelto a ser desatendidas por el ejecutivo socialista de Pedro Sánchez. Así, el borrador de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no sólo no contempla una subida en la partida dedicada a este fin sino que refleja una reducción de un 7%. La cifra pasa de los 113 a los 105 millones, como apuntaron ayer fuentes de la patronal hotelera Hosbec, quienes manifestaron ayer su «incredulidad» al respecto, especialmente tras los «compromisos de mejora que se han venido exponiendo por los diferentes responsables».

No hay que olvidar que los hoteleros vienen reclamando desde hace años un aumento de precios para hacer sostenible el programa de vacaciones ya que, como recordaron una vez más ayer, es ya «completamente inasumible y sólo provoca ruina tras ruina al sector». Cabe destacar que los alojamientos ingresan alrededor de 21 euros por persona y día a través de este programa social. Una tarifa insostenible para los establecimientos que, a la vista de la previsión presupuestaria del gobierno, no tiene visos de cambiar.

Para atender las demandas del sector el Gobierno debería incrementar su aportación o, bien, elevar el precio final que se cobra a cada usuario. Por ahora, el primer condicionante no se ha cumplido. Fuentes del sector creen que la bajada contemplada en los presupuestos está asociada a supresión de plazas en otros puntos del territorio español, no en la Costa Blanca. No obstante, esa reducción es «el primer indicativo» de que no se atiende las reivindicaciones hoteleras, apuntaron desde Hosbec, ya que no hay incremento sobre el papel.

«El Gobierno no tiene ninguna excusa para el recorte presupuestario y sí tiene muchos argumentos para haber propiciado un incremento de la partida», apuntaron ayer desde Hosbec a la vez que recordaron que el Estado es el principal beneficiado del programa de vacaciones para mayores. «Es el que más gana. Por cada euro que invierte recibe 1,5 euros por lo que su rentabilidad es del 50% aunque sea a costa de la ruina de cientos de hoteleros españoles», recalcaron desde la patronal hotelera, quienes reclamaron una vez más «voluntad política» para mejorar el programa tanto en la vía presupuestaria como en la vía de actualizar la aportación de los usuarios que cada día demandan más y mejores servicios.

¿Temporada en riesgo?

Pero ahí no queda la cosa. Para más inri, la directora de este organismo del Imserso, Carmen Orte, dimitió la noche del pasado jueves en pleno proceso para adjudicar el programa durante los próximos cuatro años. Una noticia que ha caído como un jarro de agua fría entre los empresarios del sector. «Una inesperada sustitución puede dar lugar a un retraso en la tramitación del expediente ya que la nueva persona que ocupe este cargo puede querer tutelar desde el inicio este importante programa para cualquier gobierno», advirtieron ayer desde Hosbec a la vez que alertaron de que un retraso en la planificación y adjudicación volvería a ser «letal» para el sector, ya que podría dejar en el aire la comercialización de los paquetes a principios del mes de septiembre.