El Grupo Tiki, propietario del Tiki Beach, un local ubicado en primera línea de la playa de Levante de Benidorm, ha reabierto la batalla judicial para evitar la clausura de este polémico pub, que ordenó en sentencia firme el Tribunal Supremo el pasado mes de septiembre. Así, el establecimiento ha presentado un recurso ante la Audiencia Provincial de Alicante contra la sentencia dictada el 10 de diciembre por el Juzgado de lo Penal número 1 de Benidorm, que absolvió del delito de falso testimonio a un testigo cuya declaración, a juicio de los recurrentes, fue «crucial» para que ordenara el cierre de dicho local, frecuentado por público procedente de Reino Unido.

El recurso, al que según los letrados del Tiki Beach se habría unido también la Fiscalía de Benidorm, pone en duda los argumentos del magistrado del Juzgado de lo Penal acerca de la declaración de dicho vecino. Como ya publicó semanas atrás este diario, el juez concluyó en su fallo que, si bien el acusado no contó los hechos juzgados de manera fidedigna, tampoco estaría incurriendo en un delito de falso testimonio puesto que estas manifestaciones no guardaban relación con el objeto principal del procedimiento: la clausura del establecimiento por el exceso de ruido. En concreto, el vecino fue llevado al banquillo por el relato que ofreció sobre un supuesto altercado entre la propiedad del Tiki Beach y la comunidad de vecinos. La sentencia absolutoria reconocía que sus palabras podían «afectar al honor de las personas a las que se refieren, pero nunca al sentido del juicio».

Sin embargo, los propietarios del Tiki Beach mantienen que el testimonio de este vecino del edificio Santa Margarita, en cuyos bajos se ubica entre otros establecimientos el Tiki Beach, sí que fue «determinante» para que el 22 de junio de 2015 el juzgado de Primera Instancia 1 de Benidorm dictara la primera sentencia de cierre contra Tiki Beach, al construir «un relato falso de hechos probados, que las sucesivas sentencias de apelación ante la Audiencia Provincial de Alicante y el Tribunal Supremo se han limitado a confirmar, sin atender el fondo de los recursos presentados».

Connivencia con la Policía Local

En concreto, según exponen, este testigo habría atribuido una supuesta «connivencia entre agentes de la Policía Local de Benidorm y la esposa del propietario del pub, una jueza de instrucción» para «beneficiar al Tiki Beach frente a la comunidad de propietarios». A juicio del Grupo Tiki, éste fue el motivo por el que el Juzgado consideró que «las diversas mediciones acústicas realizadas por la Policía Local de Benidorm, que negaban cualquier exceso de ruido procedente del Tiki Beach, debían ser rechazadas» y sólo atendió a las presentadas de parte por la comunidad de vecinos.

De prosperar este recurso y confirmarse que hubo falso testimonio, el Tiki solicitará la revisión de la sentencia del Supremo, ya firme y que ordenaba la clausura del bar.