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«May está acabada, pero el Brexit no»

Los británicos que pasan estos días sus vacaciones en la provincia siguen con desconcierto las noticias de Reino Unido y creen que, de una forma u otra, la salida de la Unión Europea se efectuará

Un británico afincado en la Orihuela Costa hojea un periódico ayer. tony sevilla

Un proceso lleno de incógnitas pero que, con o sin May, seguirá hacia adelante. Esa es la conclusión unánime tanto de turistas como de residentes británicos afincados en la provincia de Alicante que durante la jornada de ayer siguieron el debate de la moción de no confianza contra la primera ministra, Theresa May, presentada por el Partido Laboralista. Hay que tener en cuenta que la de ayer fue una jornada que pasará a la historia política británica después de que hace el plan de May para que Reino Unido abandone la Unión Europea fuera dinamitado en el Parlamento. Una situación que desembocó en un tenso debate durante toda la jornada de ayer para decidir el futuro de la primera ministra defensora del «Brexit». Y, muchos ingleses siguieron la discusión desde distintos puntos de la provincia.

Los visitantes

Así, los miles de visitantes de Reino Unido que durante estos días están de vacaciones en Benidorm, hicieron ayer un hueco a los periódicos para estar al tanto de lo que sucede en su país. El desconcierto reina entre los turistas que, como admitieron a preguntas de este diario, no tienen claro qué ha pasado aunque, favorables o no al Brexit, sostienen que el proceso es ya «imparable». Eso sí, seguirán volviendo a Benidorm.

«Votamos una cosa y ahora no se puede hacer la contraria. No tendría sentido. Pase lo que pase, Reino Unido se va de Europa», sostiene John Guatella, un visitante de Liverpool que junto a su mujer pasa unos días de descanso en la capital de la Costa Blanca. «Seguiremos viniendo cada año a Benidorm, como hasta ahora, el tiempo aquí es mucho mejor», bromeó ayer a la vez mientras consultaba un periódico en plena calle. En las meses de muchas terrazas en la «zona guiri» de Benidorm también se podían ver ayer más diarios que de costumbre e incluso en algunos locales la televisión emitía el debate de la moción de no confianza. Los turistas no querían perderse detalle y en muchos corrillos se comentaba lo mismo: «May ha muerto, políticamente hablando, pero el Brexit seguirá hacia adelante y Reino Unido saldrá de la Unión».

El contrapunto lo ponen los residentes británicos afincados en España, que viven el proceso entre el temor y la incertidumbre. Así, los cerca de 40.000 ingleses empadronados -representan la mitad de los que están censados en la provincia- siguen a la expectativa de cómo será «estar fuera» en el momento que llegue la fecha tope de finales de marzo.

Así, en el acogedor Chemist Bar, un restaurante-bar en el centro comercial de Villamartín Plaza (Orihuela Costa) había ayer división de opiniones: mitad de euroescépticos favorables del Bréxit, mitad con apoyo a la continuidad en la Unión Europea, mientras se hojeaba el periódico Daily Express que titulaba ayer a sangre «Dismay» -Espanto- haciendo un juego de palabras con el nombre de la primera ministra. Aunque hay cierto consenso en dos cuestiones: la decisión es casi irreversible y no se convocará un nuevo referéndum, y al margen del impacto en los ingresos de los pensionistas por cambio de moneda libra euro -las mismas libras por menos euros- creen que el Brexit no tendrá un efecto relevante sobre los derechos de los que gozan los británicos en España porque a ambos países les conviene que no se modifique.

«Nos quedamos»

Los residentes británicos al norte de la provincia -en Benidorm solo hay empadronados cerca de 3.000 pero en la práctica son muchos más repartidos por municipios de la Marina Baixa y la Marina Alta- sí muestran un mayor temor. «Nos asusta el Brexit pero no volvemos a Gran Bretaña ni locos», aseguraba ayer la edil del PP en Calp Carole Saunders. Para Margaret Hales, residente en el Poble Nou de Benitatxell , dice tener en el municipio alicantino «nuestro corazón y nuestra casa. La mayoría nos vamos a quedar aquí». El escocés Geroge Thomas, presidente del PSPV de Xàbia, afirmaba ayer que «hacer mudanza es de locos» y que «ni los políticos saben qué va a pasar ahora, pero desde el principio de este despropósito estamos acostumbrados a que todo vaya de mal en peor. Nos queda tener paciencia y esperar». Para Thomas el error de Cameron al convocar las elecciones fue «histórico».

El temor es mayor en lo relativo a la devaluación de la moneda. «Ya hemos perdido capacidad adquisitiva desde que se activó el proceso. Me planteo volver a Reino Unido si sigue cayendo la libra. No es lo mismo vivir con 1.400 euros que con 1.000», apuntó ayer David, un jubilado residente en Benidorm.

El incremento de las tasas para importar es otro de los puntos calientes. Así, la propietaria de un negocio en Benidorm señala que, cuando el Brexit se materialice, comprará «en Alemania. No quiero pagar más impuestos».

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