El futuro de la «réplica» del Santísimo Trinidad, un navío español que fue el más grande de su época en el siglo XVIII., podría estar en la costa de Benidorm. Así, la empresa Santísima Trinidad Excursiones SL, radicada en la ciudad turística y creada ex profeso para adjudicarse el citado artefacto náutico, quiere fondear el barco en el entorno de Punta Llisera con el objetivo de dotar de un nuevo atractivo turístico a la capital de la Costa Blanca.

Cabe recordar que este artefacto náutico está amarrado en el muelle 7 del Puerto tras la enajenación que practicó el Puerto para hacerse con la propiedad tras los impagos de los antiguos propietarios. Tras una subasta para deshacerse de la «réplica» del navío en la que no hubieron interesados y que partió desde los 152.000 euros, ahora la citada firma creada de Benidorm podría adjudicarse el Santísima Trinidad por un total de 25.000 euros. Un punto que debe ser autorizado todavía por la Abogacía de la Generalitat debido a que el precio final se ha rebajado considerablemente con respecto al ofrecido de forma inicial.

Así las cosas, si la empresa que se perfila como nueva titular del navío logra la propiedad del mismo, quiere instalarlo en Benidorm. De hecho, según fuentes de esta firma, ya cuentan con un proyecto técnico para fondear el barco en el entorno de Punta Llisera, a pocos metros de la orilla de uno de los arenales más turísticos de la provincia de Alicante, la playa de Levante. «Somos una empresa de Benidorm y queremos que el barco se quede aquí ya que consideramos que es de interés turístico para la ciudad», apuntaron ayer desde la empresa.

Paso previo

No obstante, este artefacto náutico debe pasar una inspección en un dique seco antes de volver a albergar actividad alguna en su interior y ello conlleva un remolque hasta Dénia, donde se realizarán estos trabajos para la puesta a punto del Santísima Trinidad. No hay que olvidar que la réplica del navío sufrió una serie de desperfectos durante su traslado lo que unidos a los descuidos sobre el mismo de su anterior propietario obligan a un examen y, una vez realizado, el barco podrá poner rumbo a su nuevo destino que podría ser Benidorm.

El proyecto

Con todo, cabe destacar que el Ayuntamiento de la ciudad turística no se ha pronunciado al respecto. Así, fuentes de la empresa explicaron ayer a este diario que en unos días mantendrán una reunión con las autoridades municipales para plantear el proyecto. De hecho, la firma Santísima Trinidad Construcciones SL llegó a plantear la posibilidad de que, más adelante, la administración local se quede con este navío.

El proyecto de la empresa que se postula para adjudicarse la réplica del navío pasa por acondicionar todo el entorno de esta zona para integrar el barco en el paisaje. «Queremos que los turistas puedan hacerse una fotografía en otra época», lanzaron a la vez que alertaron de que si, finalmente, Benidorm no quiere quedarse con el navío el Ayuntamiento de Gandía ya ha mostrado su interés por el mismo.

Historia

El Santísima Trinidad fue un navío español de 120 cañones en un principio, ampliados hasta 140 con posterioridad, que se convirtió en el más grande de su época y en el buque insignia de la Armada Española en el siglo XVIII, por lo que recibía el apodo de «El Escorial de los mares», y fue uno de los pocos navíos de línea de cuatro puentes que existieron. A pesar de ello, no resultaba muy eficaz por lo torpe y lento de su navegación. Fue hundido en la Batalla de Trafalgar.