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La firma contratada por el Ayuntamiento concluye que no hay zonas saturadas de ruido en Benidorm

Las mediciones hechas por una consultora durante todo un año en las áreas de mayor concentración de bares descartan saturación acústica en la ciudad, según las reglas del Consell

El paseo de la playa de Levante es una de las zonas problemáticas en el plano acústico para la capital de la Costa Blanca pero no llega a los niveles de saturación de ruido. david revenga

Benidorm está libre de saturación acústica. Esa es una de las conclusiones a las que ha llegado la firma consultora contratada por el Ayuntamiento para realizar el mapa del ruido de la ciudad turística que, entre otras cosas, se ha ocupado de comprobar si en aquellas áreas de mayor concentración de locales de ocio de la capital de la Costa Blanca pueden declararse como Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Para ello, la empresa en cuestión ha realizado mediciones en algunos de los puntos calientes de esta problemática y, en ningún caso, se dan las condiciones para llegar a este extremo que, entre otras cosas, implica la limitación de horarios en las actividades que contribuyan a la superación del sonido, la suspensión de concesión de licencias o anulación de licencias para mesas en terraza y calle, tal y como se establece en el decreto de la Generalitat que regula este tipo de catalogaciones.

Hay que tener en cuenta que para declarar un área como ZAS los registros obtenidos de las mediciones deben superar en diez decibelios los límites acústicos permitidos en una zona, al menos, durante tres fines de semana seguidos o durante cuatro fines de semana no consecutivos, como recordaron ayer fuentes de la consultora que firma el estudio encargado por el Ayuntamiento de Benidorm a preguntas de este diario. Unas circunstancias que no se han dado en ninguna de los tres puntos analizadas en este sentido por la empresa a petición del ejecutivo municipal.

Mapa del sonido

No hay que olvidar que los Ayuntamientos con más de 20.000 habitantes, como es el caso de Benidorm, están obligados a realizar un mapa acústico que determine el grado de problemática ligado al ruido. En cambio, esta normativa autonómica no exige incluir el sonido de los bares entre los objetos a analizar. No obstante, desde el ejecutivo municipal de la ciudad turística, PP y CBM, se decidió analizar también esta cuestión debido a la especial configuración de la ciudad turística y, así, se seleccionaron tres áreas para llevar a cabo estas mediciones: la calle Santo Domingo y aledaños, zona conocida como Los Vascos, donde los picos acústicos se dan en horario de mañana y tarde; la calle Gerona, en plena «zona guiri» en el Rincón de Loix y, por última, el paseo de la Playa de Levante, donde se encuentra algunos focos de la problemática como el controvertido pub Tiki Beach, condenado a cierre preciasamente por el sonido pese a que sigue abriendo sus puertas cada día. Estas dos últimas se caracterizan por registrar los máximos niveles de sonido por la noche, lo que perturba en mayor grado el descanso vecinal.

No obstante, en ninguna de las mediciones realizadas a lo largo de todo un año se han cumplido con los requisitos para declarar ninguna de estas tres partes de la ciudad turística como ZAS. Así lo confirmaron técnicos de la empresa en cuestión quienes, no obstante, señalaron que aunque no se rebasen los límites establecidos hasta el punto de afectar zonas por esta problemática, el ruido generado por el ocio y los bares es mucho más nocivo para los vecinos que el sonido derivado del tráfico.

Así las cosas, la empresa en cuestión quiere recabar información para elaborar un mapa sobre la problemática basándose en las quejas vecinales ya recogidas para poner negro sobre blanco los puntos donde los residentes sufren en mayor grado el conflicto del ruido.

Medidas a tomar

El siguiente paso ahora será desarrollar un Plan de Acción contra el Ruido para, entre otras cosas, rebajar el sonido procedente de los bares y locales de ocio nocturno. Así, entre las medidas que la empresa consultura propondrá se encuentran la reducción de las terrazas, limitando tanto su horario como su espacio en plena calle, controlar que los bares cumplan con la norma del «vestíbulo acústico», que consiste en habilitar un espacio entre la puerta de la calle y la de entrada al local para impedir que el sonido de la música se escape al exterior o que los porteros de los pubs velen por el silencio en las calles donde se agolpan los clientes de los mismos cuando salen al exterior.

Actuaciones iniciadas

En el ámbito del sonido procedente del tráfico rodado el Ayuntamiento ya se ha puesto manos a la obra y, de hecho, ha comenzado los trabajos de reasfaltado en la avenida Beniardà con un material que aisla el sonido de los coches. Estas obras se iniciaron hace unos días y forman parte de las medidas contra la contaminación acústica en Benidorm.

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