La falta de personal para atender todos los servicios ha llevado a Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) a cerrar estaciones y taquillas de venta de billetes en algunas de las principales paradas del Tram en la provincia. Entre las terminales afectadas se encuentran la estación de Altea, que permanece cerrada desde principios de enero tras el traslado de sus operarios a Calp, y las de Luceros o el Mercado en Alicante, donde los usuarios únicamente pueden comprar ahora su billetes en las máquinas expendedoras. Así lo han denunciado usuarios afectados por esta decisión y desde el comité de empresa, que critican que se trata del primer paso para el desmantelamiento del servicio de atención al cliente que quiere llevar a cabo esta empresa pública. Por su parte, desde FGV confirman el cierre temporal de servicios, que atribuyen a «reestructuración de puestos y tareas» que se está negociando con los sindicatos y que coincide con un proceso de «promoción interna» que hay en marcha en la empresa y que ha provocado plazas vacantes en algunas estaciones.

Usuarios del Tram critican que esta decisión esté afectando al servicio que se presta. Por ejemplo, en Altea, el cierre de la estación impide que gente que utiliza a diario este medio de transporte pueda comprar un bono o resolver cualquier otro tipo de incidencia, dado que en las máquinas expendedoras no existe tal opción, sino que únicamente se pueden comprar billetes sueltos de ida o de ida y vuelta. Lo mismo ocurre con la información al usuario: «Se trata de estaciones muy turísticas, con muchos tránsito de extranjeros o de gente que no conoce las líneas y que viene a preguntar dónde se tiene que bajar para ir a un sitio concreto y a los que ahora se ha dejado totalmente desasistidos», lamentan desde el Sindicato Ferroviario Intersindical.

Según fuentes de este sindicato en el comité de empresa, FGV pretende hacer en la mayoría de estaciones como ya hizo en la de La Creueta de La Vila hace tres años, cuando decidió cerrarla a cal y canto y dejarla sin personal.

Fuentes de FGV indicaron que los cierres no son definitivos sino que se está negociando con los sindicatos cómo va a quedar configurado el servicio de ahora en adelante. Asimismo indicaron que en estaciones como Luceros, aunque no haya personal en taquilla «el servicio no está totalmente desatendido, pues los revisores se encargan de solventar gestiones o incidencias».