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El renacer virtual del Molí de Mànec de l'Alfàs del Pi

Patrimonio restaurará la instalación municipal, dañada por las lluvias en 2017, y creará un vídeo de realidad virtual para mostrar cómo funcionaba

Se valían de la fuerza del agua para diferentes usos y la mayoría de ellos eran harineros, lo que permitió durante décadas mejorar la economía de las familias que vivían de ellos. En l'Alfàs del Pi, los molinos hidráulicos del conocido «Reg Major» eran seis: el Molí de Barró, Devesa, Calvari, Capità, Rates y Mànec. Éste último es de propiedad municipal y es el que va a ser restaurado por el Ayuntamiento para que, de manera virtual, se pueda conocer cómo funcionaba y las partes que lo formaban.

Fue Beatriu Fajardo de Mendoza (1619-1678), baronesa de Polop entre 1654 y 1678, quien promovió en el siglo XVII la construcción de ese conocido «Reg Major» para aumentar la producción de unas tierras de secano y obtener así un mayor provecho de sus rentas, como así lo explica la arqueóloga municipal de l'Alfàs del Pi, Carolina Frías en el «proyecto de recuperación del Reg Major de l'Alfàs y Benidorm». La acequia principal (conocida como la Séquia Mare) cuanta con casi 20 kilómetros desde Polop, La Nucía y l'Alfàs del Pi a Benidorm. En su camino se pueden ver diferentes elementos, entre ellos, esos molinos.

El de Mànec se adquirió en 1999 por el Ayuntamiento a los propietarios. Su estructura estaba en buen estado hasta que las lluvias de 2017 hicieron que «sufriera un importante colapso» que dejó el inmueble en un «mal estado» que hace peligrar su conservación. Así que el Consistorio, según explica Frías, decidió que la recuperación de este molino harinero era una prioridad. Para ello, recurrieron al Programa Operativo FEDER 2014-2020 de la Generalitat, destinado a la conservación y recuperación de bienes culturales y patrimoniales, y consiguieron una subvención de 217.000 euros para restaurar este espacio histórico, el 50% del coste total del proyecto.

Así, la arqueóloga explicó a este diario que «se hará una intervención de importancia para evitar que vaya a peor» y que incluye la consolidación del mismo «no la reconstrucción» porque ésta es prácticamente imposible. Y es que de la que fue la casa del molinero se han perdido las cubiertas y apenas se mantienen las paredes. Además, la protección de esta infraestructura que en 2015 fue declarada Bien de Relevancia Local hace que las intervenciones tengan que ser muy cuidadosas. Lo que sí perdura son «las estructuras vinculadas con el agua», como el «cup» o el «cacau», además de los muros «que en aquella época se construían fuertes para que no se desgastaran con el agua».

Una vez consolidado lo que hay, el proyecto contempla abrirlo al público y instalar paneles informativos que permitan conocer un pedazo de la historia de l'Alfàs del Pi. Pero no sólo lo que se ve al ojo humano podrá ser contemplado por los visitantes y turistas. La tecnología se pondrá de nuevo al servicio del Patrimonio y por medio de la realidad virtual un vídeo permitirá conocer casi como si estuviera en marcha cómo funcionaba el molino en el siglo XVII. Para ello ya se realizó junto a la Universidad de Alicante (UA) la «fotogrametría» de la zona. «Vamos a hacer un trabajo fino de arquitectura y luego se podrá ver virtualmente cómo caía el agua y funcionaba», explicó Frías.

Mejora del entorno

El proyecto contempla además una reconstrucción paisajística del entorno. Donde está situado el Molí de Mànec, entre la Ermita de Sant Vicent y el casco histórico, hay una «gran riqueza» natural, entre ella, un algarrobo protegido y recogido en el Catálogo Municipal de Árboles Singulares. «La intención es conectar toda esta zona con el futuro museo etnológico y Les Escoles Velles además de los corredores verdes que se incluyen en la EDUSI» y convertirlo en un elemento más de promoción turística.

Con todo, la consolidación del Molí de Mànec no es el único proyecto que se va a llevar a cabo en l'Alfàs con cargo a los fondos Feder ya que también se ha logrado una subvención para sacar a la luz una parte de la historia de la Villa Romana de l'Albir aún por descubrir. Para ello, el coste del proyecto se eleva hasta los 250.000 euros para excavar y musealizar la parte sur y este de las termas (sectores II y IV) donde se localizan restos de la «pars» urbana, la zona residencial del asentamiento. Es decir, dónde está escondida la parte de la vivienda, los almacenes o la zona de trabajo de los antiguos moradores de la villa. El conjunto, formado por una extensa necrópolis, un mausoleo y esa villa data entre los siglos IV a VII.

En la comarca además, Benidorm también se suma a la lista de subvenciones. En su caso dos más para excavar y musealizar El Castell y para la musealización del yacimiento del «castellum» romano del Tossal de La Cala.

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