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Ya oferta una cama por cada 6 plazas hoteleras

Airbnb suma 1.347 apartamentos en Benidorm durante 2018 y oferta ya una cama por cada 6 plazas hoteleras

Un informe de Hosbec destapa que las viviendas que el portal anuncia en la capital de la Costa Blanca han crecido un 23% respecto al año anterior y que su facturación se incrementa hasta los 12,2 millones

Airbnb suma 1.347 apartamentos en Benidorm durante 2018 y oferta ya una cama por cada 6 plazas hoteleras

Otros 300 apartamentos más se han sumado durante 2018 a la gran flota de pisos que Airbnb tiene ya en Benidorm y que alcanza las nada menos que 1.347 propiedades. Un elevado número que permite a la plataforma de alquiler online ofrecer ya una cama por alrededor de cada seis plazas hoteleras, según los datos del estudio realizado por el departamento de Big Data de la patronal hotelera Hosbec, basado en la la herramienta Airdna, un servicio que proporciona análisis sobre alquileres de vacaciones.

Hay que tener en cuenta que 1.279 unidades que forman parte de la flota de Airbnb en Benidorm corresponden a viviendas completas mientras que 68 son habitaciones privadas. Un total de 1.374 propiedades que haciendo una «aproximación prudente y conservadora», según Hosbec, podría albergar a unos 6.331 turistas al día, mientras que la oferta hotelera de la ciudad es de 41.096 plazas. Así pues, Airbnb comercializa una oferta de alojamiento que representa el 15% a la oferta hotelera de Benidorm. O, en otras palabras, una cama por cerca de cada seis habitaciones de hotel.

Evolución

La evolución del negocio del Airbnb en Benidorm preocupa y mucho al sector hotelero de la ciudad. No hay que olvidar que fue el año pasado cuando, por primera vez, Hosbec y la Fundación Visit Benidorm realizaron un estudio sobre el número de viviendas que formaban parte de esta plataforma online en la ciudad de los rascacielos. La cifra rondó el millar. En cambio, apenas doce meses después, el número de propiedades se ha disparado un 23%, alcanzando las 1.347. Casi nada.

Pero la cosa no queda ahí. El hecho de que más de la mitad de las reservadas realizadas en Airbnb para Benidorm, desde enero hasta el pasado mes de noviembre, sean de corta estancia eleva más si cabe la preocupación entre los empresarios hoteleros puesto que, para Hosbec, evidencia la «hotelización» de la vivienda. «Es incuestionable», valoran desde la patronal tras conocer los datos de este estudio.

Hay que tener en cuenta que el 52% de los turistas que utilizan los servicios de Airbnb en Benidorm pernoctan 3 noches o menos. Solo el 17% del total pernocta en una horquilla que va de 7 a 29 noches. Unos resultados que confirman a la patronal Hosbec que este modelo de alojamiento huye de lo residencial para centrar su modelo de negocio en el alojamiento de corta estancia, similar al hotelero.

Resultados económicos

Además, los datos de facturación también han seguido «in crescendo». Así, en 2017, el negocio de alquiler online de Airbnb en Benidorm registró una caja de ocho millones de euros. Un dato que se eleva hasta los 12,2 millones durante los primeros 11 meses del presente ejercicio y que supone ya un incremento de alrededor de un 50%.

Cabe destacar que el estudio realizado por el departamento de Big Data de Hosbec apunta que el mes con mayores ingresos mensuales fue agosto con una media de ingresos de 1.967 euros por cada apartamento y de 975 euros por cada habitación privada. Los meses de verano, al igual que en el sector hotelero, son los que los pisos de Airbnb registran mayor actividad.

¿Problemas en el futuro?

Por todo ello, desde la patronal Hosbec alertaron ayer de que la explosión de esta plataforma de alquiler turístico online todavía no ha provocado «grandes problemas» en Benidorm como sí ha ocurrido en otras ciudades como Madrid o Barcelona debido a que, al tratarse de un importante destino turístico, es habitual que la capital de la Costa Blanca albergue a más turistas que residentes.

Sin embargo, desde la asociación empresarial de hoteleros alertaron de que los precios medios manejados por esta plataforma y la oferta comercializada se ajustan perfectamente a los patrones de las temporadas turísticas de la ciudad, como cualquier otro alojamiento reglado. De hecho, la mayor oferta comercializada y los precios más altos se producen en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, coincidiendo con la alta temporada turística en la ciudad de los rascacielos.

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