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Benidorm instala cuatro medidores para vigilar el exceso de ruido en el centro

La capital turística colocará controladores de sonido para luchar contra la contaminación acústica en la zona de pubs tras una queja de un vecino al Síndic

Imagen de la zona de pubs del casco antiguo de Benidorm, que es una de las áreas más transitadas por los vecinos y turistas. david revenga

Nuevo movimiento de Benidorm en la batalla contra el ruido. La capital turística va a instalar un total de cuatro controladores de sonido en la zona de pubs del casco antiguo para poner coto al exceso de ruido en sus calles y tratar, de esta manera, de acabar con las quejas vecinales ante esta problemática. Así las cosas, la concejalía de Seguridad Ciudadana, que dirige el edil popular Lorenzo Martínez, planea colocar dichas estaciones acústicas durante esta misma semana, como pudo saber ayer este diario, después de recibir un informe del Síndic de Greuges -a raíz de la denuncia presentada por un residente- donde daba al Ayuntamiento un plazo de un mes para tomar medidas al respecto.

En la misiva del Sindic de Greuges, que llegó al Ayuntamiento de Benidorm hace ahora un mes, se advertía de que la «pasividad» ante la contaminación acústica puede conllevar indemnizaciones a los afectados. De hecho, la institución autonómica, encabeza por Jose Cholbi, se apuntaba que no hacer nada ante los «efectos perjudiciales para la salud provocados por estas actividades molestas, podría generar la responsabilidad patrimonial por funcionamiento anormal de la administración, con la consiguiente obligación de indemnizar los daños y perjuicios que se le pudieran irrogar a los vecinos colindantes».

Primer paso

De esta forma, el defensor del pueblo valenciano daba un listado de recomendaciones al Ayuntamiento y le emplazaba a recibir una respuesta sobre qué medidas tomaría el gobierno de la ciudad turística en el plazo de un mes. Pues bien, el ejecutivo local ya ha contestado que, por ahora, el primer paso será instalar estos cuatro controladores de sonido para evaluar de dónde procede el exceso de ruido que denunció una vecina de la calle Santa Faz ante el Síndic y que ha sido el detonante de esta actuación municipal.

Objetivo

Con esta actuación, por tanto, se busca detectar el origen de la contaminación acústica en las calles del casco antiguo de Benidorm tras el tirón de orejas del Síndic de Greuges. «De entrada todos los locales de ocio tienen sus propios medidores de sonido para no rebasar el tope de decibelios permitidos», recordó ayer el edil de Seguridad Ciudadana, quien explicó que, pese a ello, la intención con estas estaciones acústicas en plena calle es determinar si el exceso de ruido se debe al volumen de la música o, por contra, tiene su origen en las aglomeraciones de gente que, en muchas ocasciones, se producen en la puerta de los pubs.

«La intención es ir a la raíz del problema con los datos que nos proporcionen estos medidores acústicos», señaló ayer Martínez, quien explicó que, de igual forma, se lo han trasladado ya al Síndic de Greuges a modo de respuesta a su misiva. Una vez que se conozca con exactitud la problemática el Ayuntamiento de Benidorm tomará alguna decisión al respecto, como avanzó ayer el edil de Seguridad Ciudadana. Aún no ha trascendido la ubicación exacta de cada estación acústica, aunque una de ella irá en la calle Santa Faz, al ser el foco de este conflicto.

No es la primera vez que Benidorm toma medidas para intentar contener el exceso de ruido en la ciudad. Así las cosas, el gobierno de la ciudad turística ya ha instalado idénticos medidores de sonido en la calle Tomás Ortuño y en el paseo de la playa de Levante, como recordó ayer el edil de Seguridad Ciudadana. Sin embargo, es la primera vez que Benidorm dispondrá varias estaciones acústicas en una misma zona.

A estas actuaciones hay que recordar otras iniciativas puestas en marcha desde el gobierno de la localidad que todavía no se han materializado como el informe que el Ayuntamiento encargó a la Cámara de Comercio de Alicante para valorar si la ciudad turística estaba saturada de bares o el mapa acústico que pretende dividir por zonas el nivel de ruido.

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