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Las lluvias de noviembre aumentan las reservas de los pantanos de la provincia

El embalse de Guadalest se encuentra casi al 40% de su capacidad mientras que el del Amadorio supera el 21% de agua embalsada

Ha sido uno de los otoños más lluviosos de los últimos años y los episodios de precipitaciones que deja noviembre han hecho que los pantanos de la provincia mejoren sus reservas. Así, aunque las cifras de agua se sitúan por debajo de las que tenían los pantanos hace un año, en los últimos días, el embalse del Amadorio, Guadalest o el de Beniarrés han aumentado ligeramente la cantidad de agua embalsada.

Las lluvias hicieron acto de presencia con intensidad en las dos últimas semanas. En concreto, el lunes 19 de noviembre se registraron precipitaciones que, por ejemplo, en la estación de La Vila Joiosa-Amadorio llegaron a los 16,20 litros por metro cuadrado mientras que en la de Beniarrés se recogieron hasta 91 litros por metro cuadrado, según los datos recogidos por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Así que con estas cantidades y otras caídas en la comarca de la Marina Baixa, los pantanos de la provincia de Alicante han aumentado ligeramente sus reservas. Con datos de ese mismo día en que las precipitaciones fueron tantas, los datos recogidos por la Confederación dejaban el pantano del Amadorio al 21,25% con 3,36 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Pero sólo cinco días después, ha aumentado hasta los 3,56 hm3. La razón: el agua de las fuentes de la zona que poco a poco van llegando al embalse. Lo mismo ocurre en Guadalest. Éste pantano por su parte se ha mantenido más estable y en estas fechas, según las mismas fuentes, está a casi el 40%, con 5,27 hectómetros cúbicos de agua, pero sólo cinco días antes el total era de 5,15 hm3 por lo que se ha ido llenando en las últimas jornadas. Estos dos embalses están destinados al riego y, sobre todo, al abastecimiento urbano de la zona costera de la Marina Baixa, con Benidorm como principal municipio.

Así, el de Beniarrés se encuentra a más del 32% de su capacidad con 9,92 hm3 de reservas cuando apenas un mes antes no llegaba al 30%. En este caso, además de regular las crecidas del río Serpis, la función es la de suministrar caudales para el riego, principalmente a la comarca valenciana de la Safor. En total, los tres embalses cuentan con una reserva de 18,75 hm3 de agua, un dato que choca con la que había hace un año que era de 26,37 hm3.

A estos tres se suma el de la Pedrera, situado en Orihuela, que actualmente está al 24,80% de su capacidad total con 61 hm3 de agua embalsada. Sin embargo, se trata de una infraestructura que no se abastece de agua de lluvia como los anteriores, sino del trasvase Tajo Segura. Así, está destinado al suministro de municipios como Alicante, Elche, Crevillent, Santa Pola y Aspe, además de la Vega Baja.

Recuperación de los acuíferos

Con todo, la llegada de los episodios de lluvia de noviembre y finales de octubre supone una buena noticia para los pantanos de la provincia pero, sobre todo, para los acuíferos como los que abastecen a la Marina Baixa.

Así, según recoge el último informe del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, al que ha tenido acceso este diario, las precipitaciones caídas el pasado día 19 de noviembre fueron de 56,5 litros en la zona del Algar, 64 en Guadalest, 17,8 en el Amadorio y 106,4 litros en Tàrbena (lugares que mide esta entidad). Así en total en noviembre, el Algar ha recogido ya 90 litros por metro cuadrado, 101,5 en Guadalest, 37,2 en el Amadorio y 179,4 en Tàrbena.

Con todos estos datos, el Consorcio recoge en su informe que las lluvias totales producidas en el Algar sin «ligeramente inferiores» a la media de un año normal aunque se sitúan en 441,9 litros por metro cuadrado; sólo hasta octubre este dato estaba en 351, 2 litros por metro cuadrado, lo que deja ver la cantidad de agua que dejó la lluvia de los primeros días del mes. Ahora habrá que esperar a ver si el final del otoño trae más agua a los pantanos de la provincia y da un respiro a agricultores y a los municipios que en los meses de verano han visto mermar la cantidad de agua en sus pozos y se han enfrentado a falta de suministro.

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