El edificio de Altea donde se sacrificaron los animales de ganadería ovina, porcina y caballar durante más de 50 años se ha transformado en un espacio de esperanza de vida para los animales abandonados. Esta semana ha entrado en funcionamiento el Punto de Acogida Animal que el Ayuntamiento de Altea ha creado en el antiguo matadero a instancias de la asociación animalista Peluts de la Marina.

El concejal de Sanidad, Diego Martínez, señaló que se ha abierto este espacio «para que temporalmente permanezcan entre dos y cinco días los animales abandonados o extraviados» hasta que «se encuentre al dueño de estos o se trasladen a las instalaciones de la Protectora de Animales y Plantas de Benidorm con la que el Ayuntamiento tiene un convenio firmado para que se hagan cargo de las mascotas».

El matadero se encuentra junto al margen izquierdo del río Algar, al lado de la vía verde. El último matarife municipal, Roque Polvoreda «El Gallo», explicó ayer que la instalación se clausuró en 1984 por no adecuarse a la Reglamentación Técnica Sanitaria de Mataderos Municipales.

Hasta entonces, y por un periodo de casi 50 años, en el matadero de Altea «se sacrificaron bueyes, vacas, cerdos, cabritos y caballos que traían desde Murcia a Gandia para su venta en las carnicerías de la comarca o la provincia, y también venían los pastores para sacrificar algunos de sus animales para la venta a particulares. Pero eso ya se acabó», según afirmó Polvoreda.

El edificio, de una sola planta, tuvo posteriormente otros usos, desde escuela del Tapis a albergue de los voluntarios extranjeros que acuden a Altea durante los veranos para realizar prospecciones arqueológicas o limpiar el río. Y ahora tiene un uso animalista de protección y acogida que ha sido aplaudido por numerosos vecinos amantes de los animales. La presidenta de Peluts de la Marina, Mari Paz Solbes, señaló ayer que «nosotros venimos demandando desde hace tiempo una instalación de este tipo, porque tener un albergue es muy difícil. Al final recogió el testigo el Ayuntamiento al que estamos muy agradecidos por esta decisión».

El primero de la comarca

Solbes recordó que hace cinco o seis años había en las dependencias que tenía la Policía Local en Villa Gadea unas jaulas para albergar a los perros abandonados, «pero no reunían las condiciones adecuadas», aseveró. Ahora, en este punto de acogimiento, «el primero de la comarca», dijo, «los animales abandonados estarán mejor atendidos».

La presidenta de Peluts incidió en que «no es un lugar a donde los ciudadanos puedan dejar los animales que encuentren abandonados o las camadas de perras que sean de su propiedad y que no quieran». Es un espacio «de paso previo a su traslado a la Protectora de Animales y Plantas de Benidorm». Solbes señaló que en la comarca solo hay albergues de animales abandonados en Benidorm y La Nucía.

El punto de acogida animal de Altea está preparado para tener cuatro perros en sus respectivas jaulas y más de media docena de gatos en sus transportines, y también tiene un patio amplio donde puedan hacer ejercicio. El concejal de Sanidad indicó que la veterinaria municipal, Ana Ferrando, «se encargará de la revisión y cuidados de los animales, y se ocupará de su traslado a la Protectora de Animales y Plantas de Benidorm, en caso de no aparecer el dueño», mientras que la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Local «será la encargada de llevar a los animales abandonados al punto de acogida».

Martínez añadió que «es importante que los ciudadanos tomen conciencia» de que esto «no es un espacio para abandonar animales esperado que los recojamos ahí».

El punto de acogida «estará vigilado y se sancionará a cualquier persona que lo haga porque está penado por ley». El edil dijo finalmente que quien encuentre un animal abandonado debe llamar al teléfono 96 584 55 11 de la Policía Local «para que los agentes procedan a su recogida y traslado al punto de acogida animal» ubicado en el antiguo matadero de Altea.