Un viaje puede convertirse en el mejor de los recuerdos o en la peor de las pesadillas. Esto último es lo que quieren evitar los agentes de la Policía Nacional que ofrecen charlas a los miles de viajeros de la tercera edad que, cada semana durante la temporada baja, desembarcan en la capital de la Costa Blanca a través del programa de Turismo del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, el Imserso. Y dos son los focos en los que se centran los consejos de los agentes. «No jueguen al trile y rechacen hacer las excursiones gratuitas», explican durante la pequeña conferencia en la que, además, los efectivos policiales aprovechan para dar otras recomendaciones aplicables también a otros destinos turísticos.

Se trata de una acción que forma parte del Plan Mayor Seguridad y que permite «aleccionar» a buena parte de los alrededor de 300.000 viajeros del Imserso que la Costa Blanca recibirá desde el pasado mes de octubre hasta abril del próximo año -dentro del citado programa de Turismo del Instituto de Mayores y Servicios Sociales- para evitar cualquier incidente durante sus vacaciones. Por ello, los agentes recuerdan a los turistas de la tercera edad una serie de consejos con los que poder hacer frente a cualquier sobresalto durante su estancia.

Principales riesgos

El trile, o también conocido como juego de la patata, es una de las cuestiones donde más hincapié hacen los agentes. «No se detengan a jugar. Al principio pueden incluso ganar algo de dinero. Pero no confíen. Es una trampa», advierten cada semana los policías encargados de llevar a cabo estas pequeñas conferencias en las que los visitantes del Imserso, además, resuelven todas sus dudas relativas a la seguridad. Los policías van más allá y alertan a los turistas de que cuando escuchen el tradicional sonido de los cubiletes lo mejor que pueden hacer es alejarse. «A veces en el entorno del juego los carteristas aprovechan para actuar», explican los agentes.

La cosa no queda ahí. Los «manteros» son los otros grandes protagonistas de la charla. Son aquellos que se dedican a ofrecer excursiones gratuitas en la calle y que, una vez en el destino del viaje, aprovechan para vender cualquier producto a los turistas que han accedido a subirse al autobús. Los agentes alertan de la peligrosidad de esta práctica. «Son excursiones ilegales, no tienen seguro alguno y si algo les sucede en el trayecto están totalmente desprotegidos», alertan al público de la conferencia, quienes asienten e incluso algunos veteranos comentan, en voz baja, que ellos ya fueron «víctimas» una vez de esta práctica.

«El abrazo»

Los agentes también ponen sobre aviso a los turistas del Imserso sobre la estafa del abrazo. «Mantengan siempre una distancia de, al menos, medio metro sobre los desconocidos», explican a la vez que señalan que, en ocasiones, alguien se acerca para dar un abrazo y aprovecha el contacto para sustraer una cadena, un reloj o cualquier otra joya.

En esa misma línea, los agentes también especifican de la importancia de llevar muy pocas cosas de valor encima. «Lo mejor es que lo dejen en la caja fuerte del hotel», recomiendan a la vez que aconsejan no llevar documentos de identificación originales encima ya que, en caso de perder la cartera, deben volver a hacer todos los papeles. «Es más sencillo hacer fotocopias que son igual de válidas si las compulsan en cualquier comisaria», indican.

La parte más divertida de la charla llega cuando uno de los agentes explica como anudar el bolso a una silla para evitar tirones si se está sentado en una terraza. Una señora pregunta: «pero... ¿y qué pasa si se llevan la silla entera?». «En caso de no saber que hacer usted siempre llame a la policía», lanzan los agentes, quienes durante toda la charla recalcan de la importancia de acudir siempre a las fuerzas de seguridad ante cualquier imprevisto.