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Benidorm a dos velocidades

La ciudad ha reducido en los últimos años a 20 o 30 kilómetros por hora el máximo permitido en muchas calles, pero los conductores no siempre cumplen estos límites

La avenida Villajoyosa donde se puede circular como máximo a 20 kilómetros por hora. david revenga

Circular por Benidorm con vehículo es tener que hacerlo a velocidades reducidas que muchas veces cuestan de mantener. La mayoría de grandes avenidas y entradas tienen limitada la circulación a 30 y 40 kilómetros por hora, un número que se reduce hasta 20 en algunas calles. Sin embargo, aunque esas velocidades son las que marca la normativa y las señales, tanto verticales como horizontales, muchos conductores aprietan más el acelerador de lo permitido, lo que deja una ciudad a dos velocidades: una sobre la calzada y otra en los cuadros eléctricos de los coches.

A pesar de que en las vías urbanas la velocidad puede ser de 50 kilómetros por hora, en Benidorm, el Ayuntamiento ha ido reduciendo ésta en los últimos años. Así, cuando se accede al municipio desde Poniente, avenidas como Murtal, Juan Pablo II o la avenida Alcalde D. Vicente Pérez Devesa (conocida como vía parque) apenas se puede circular a 40 o 30 en casi toda su extensión. En el caso de esta última, se puede ir a la primera velocidad pero pisando el freno cada vez que se acerca una rotonda.

Pero lo cierto es que los conductores no hacen la mayoría de veces caso a las señales. Recorrer estas avenidas intentando ir a lo que marca la normativa supone ser adelantado por casi todos los vehículos que circulan casi al doble de la velocidad permitida. Todo cuando además en casi todas las avenidas hay señales que avisan de la existencia de radares.

Además, dirigirse hacia la Cala por la avenida Villajoyosa supone apretar aún más el freno ya que en el suelo se puede ver el límite: 20 kilómetros hora. Allí los badenes obligan a reducir la marcha, aunque no tanto como la marcada.

Sólo a 20 se puede circular también en algunas partes de la calle Ricardo Bayona, entre otras razones, por ser zona escolar. También a ese ritmo hay que ir en otras vías que acaban en grandes avenidas o en las que tienen ciclovías para los ciclistas. En todas ellas se han colocado disuasores de apretar el acelerador como reductores de velocidad o semáforos en naranja para avisar.

Por Jaime I, Beniardà, Alfonso Puchades o por el Rincón de Loix o la avenida de Europa también ese reduce la velocidad a 30 y sólo en la conocida como la zona de discotecas el acelerador puede llegar a 50 en algunos tramos.

Evitar accidentes

La reducción de velocidad en las calles no gusta a todos. En Benidorm, las quejas de los conductores suelen ser habituales ya que, para algunos, se pierde mucho tiempo cada día si hay que circular con esos límites. Así, la bajada de velocidad no sólo se ha producido en las vías dentro de la ciudad. Hace sólo un mes, el Consell decidía bajar el límite en la CV-70 entre La Nucia y Benidorm que pasó de 70 a 50 kilómetros hora, lo que indignó a los vecinos de ambas localidades que circulan cada día por estos 7 kilómetros de carretera. De hecho, en apenas unos días, recogieron 5.000 firmas en contra.

Pero desde la administración se defiende el aumento en seguridad vial: «No es lo mismo un accidente a 30 que a 60», explicó a este diario el concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, quien apuntó que «es la política que se recoge en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) y la que nos marca la normativa europea», entre otras. «Si bajamos la velocidad, está demostrado que bajamos el número de accidentes», alegó. «Hay que concienciar a los ciudadanos que no es para que la ciudad vaya más lenta, sino por seguridad ciudadana», apuntó; además de que hay que «garantizar la convivencia entre peatones, ciclistas y vehículos.

Este mismo viernes, el director general de Tráfico, Pere Navarro, recalcaba que la intención es reducir a esos 30 kilómetros por hora todas las vías urbanas de un carril y que será un cambio que plantee la DGT. Una reducción que Benidorm, o incluso Madrid, ya ha aplicado en muchas de sus calles. «Cuando se baja la velocidad a 30 hay accidentes de chapa pero no fallecidos», afirmó rotundo el responsable de tráfico.

Con todo, el concejal de Movilidad explicó que el Ayuntamiento seguirá con la misma política y se seguirá aplicando a zonas que cambiarán su fisionomía como Mediterráneo, Ametlla de Mar o Europa. Habrá que pisar el freno.

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