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El Síndic alerta a Benidorm de que la pasividad ante el ruido conlleva indemnizaciones a los afectados

Una queja de una vecina sobre los altos niveles acústicos que soporta en su casa por los bares reaviva el eterno problema de la ciudad turística

El ruido de la gente en la calle perturba el descanso de los vecinos de Benidorm. david revenga

El Síndic de Greuges ha instado a Benidorm a dar un paso al frente contra los altos niveles de ruido que se dan en algunos puntos de la ciudad tras recibir una queja vecinal en este sentido. Se trata de una problemática que viene de lejos en la ciudad turística y que, ahora, el defensor del pueblo valenciano quiere atajar. De hecho, la institución autonómica, encabeza por Jose Cholbi, advierte, en un escrito enviado al Ayuntamiento, de que la «pasividad» ante la contaminación acústica puede conllevar indemnizaciones a los afectados.

El detonante esta vez ha sido una queja de una persona residente en la calle Santa Faz, en pleno casco histórico de la ciudad turística. La denuncia en cuestión va más allá del volumen de la música de los bares de esa zona y se centra en «el ruido generado por la actividad exterior de los clientes al salir al exterior para fumar, hablar y beber». No es la primera vez que esta cuestión se convierte en un conflicto en Benidorm. De hecho, el Tribunal Supremo ha obligado ya al cierre del Tiki Beach, un local en primera línea de la playa de Levante, por una cuestión de idéntica índole. De momento, el local sigue abierto pero tiene los días contados puesto que la sentencia es del pasado mes de septiembre.

El Ayuntamiento es consciente de la problemática hasta el punto que hace alrededor de una año y medio encargó a la Cámara de Comercio un estudio para determinar si hay zonas en Benidorm saturadas de bares, cuyas conclusiones todavía se están esperando, de ahí que el gobierno local aún no haya tomado cartas en el asunto. Algo que, sin embargo, podría acarrear consecuencias para la administración local, como advierte el Síndic de Greuges en su misiva.

Advertencia explícita

«La pasividad administrativa ante los efectos perjudiciales para la salud provocados por estas actividades molestas, podría generar la responsabilidad patrimonial por funcionamiento anormal de la administración, con la consiguiente obligación de indemnizar los daños y perjuicios que se le pudieran irrogar a los vecinos colindantes», se advierte de forma explícita en el escrito del Síndic. Lo que, dicho de otra manera, viene a advertir sobre el riesgo al que se enfrenta el Ayuntamiento si no toma cartas en la problemática en cuestión.

Un mes para reaccionar

De hecho, el Defensor del Pueblo valenciano va más allá y, en su misiva, ofrece una serie de recomendaciones al Ayuntamiento de Benidorm para abordar la problemática. Entre los consejos, el Síndic sugiere «no autorizar en la zona más actividades susceptibles de generar ruidos». El objetivo de esta proposición es «evitar multiplicar los efectos de la contaminación acústica existente en la zona», según se describe en el escrito que llegó al Ayuntamiento antes de las Fiestas Mayores Patronales y que da un mes al Consistorio para reaccionar.

El documento también ahonda en la posibilidad de hacer mediciones sonométricas desde el interior del titular de la vivienda que presenta la queja ante el Síndic o que se impida la ocupación de la vía pública con mesas y sillas en la calle Santa Faz.

Solución a la vista

El concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, señaló que ya se espera que en los próximos días los técnicos municipales presenten informes para tomar una decisión al respecto que pasaría por sancionar o tomar nuevas medidas en la zona.

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