No es la primera vez que Benidorm es escenario del conflicto entre los locales de ocio y los residentes. De hecho, el Supremo ha decretado ya el cierre del Tiki Beach, un conocido bar de primera línea de la playa de Levante, que ha tenido en pie de guerra a sus vecinos durante años por el intenso ruido que soportaban, no sólo por la música, sino por la gente que abarrotaba la calle haciendo subir el nivel de decibelios. El bar sigue abierto como puede observarse en la foto adjunta a estas líneas, tomada en la tarde de ayer.