El Brexit ayer no importaba en la «zona guiri» de Benidorm, donde cerca de 25.000 británicos dejaron a un lado cualquiera de las incertidumbres que plantea la salida de Reino Unido de la Unión Europea para demostrar, una vez más, su absoluta fidelidad a la ciudad de los rascacielos. «Siempre volveremos a Benidorm». Esa fue la reacción directa de los miles de ingleses congregados en el Rincón de Loix, durante la gran fiesta de disfraces que se celebra cada año en la capital de la Costa Blanca para los visitantes tras las Fiestas Mayores Patronales, después de darse a conocer las condiciones puestas encima de la mesa por la primera ministra, Theresa May, para ejecutar el acuerdo que, para más inri, se ha llevado por delante a cuatro miembros de su gabinete.
La noticia pasó casi desapercibida entre los miles de visitantes británicos que desde la media mañana de ayer abarrotaban las calles de la conocida popularmente como «zona guiri» ataviados con sus mejores disfraces para participar en la «Fancy Dress Party». Los turistas querían disfrutar al máximo del carnaval organizado prácticamente en su honor y poco les importaba ayer lo que estuviera pasando a 2.000 kilómetros de distancia. «Qué podemos hacer. Vamos a disfrutar ahora y luego ya veremos qué pasa», señalaba una pareja de York. Lo mismo repetían un grupo de amigas llegadas de Leeds y disfrazadas de policías. Una reacción casi unánime seguida de un «always Benidorm», siempre Benidorm en castellano.
Los turistas británicos se sienten como en casa en la «zona guiri». «Esto es como Inglaterra», comentaba ayer Kate en una de las calles aledañas al epicentro de la fiesta «guiri». «Siempre vendremos. Es divertido. Está cerca. La gente es simpática y nunca hemos tenido problemas», fueron los argumentos más repetidos ayer por las personas consultadas por este periódico.
¿Reducción de vuelos?
Las apenas tres horas de distancia en avión que separan Reino Unido de la Costa Blanca es una de las principales razones para que los británicos se mantengan fieles a la ciudad de los rascacielos. Algo que indicó ayer Lucy, una mujer de mediana edad procedente de Gales, quien advirtió -disfrazada de granjera- de su temor a que, tras el Brexit, se reduzcan el número de vuelos con España.
Destino seguro
La ausencia de problemas durante su estancia fue otro de los argumentos que esgrimieron algunos de los británicos consultados por este periódico. «Nunca hemos tenido ningún percance durante nuestras vacaciones en la ciudad. Nos sentimos tan seguros como en casa», explicó Jake, procedente de una localidad cercana a Manchester. Precisamente éste es uno de los puntos fuertes de Benidorm en su promoción turística frente a otros destinos competidores como Túnez o Turquía, que han resurgido este año tras una temporada de crisis por la inestabilidad política y social.
La simpatía de la gente y la diversión del destino son otras de las razones más destacadas para seguir viniendo. Al menos así lo apuntaron los visitantes preguntados por este periódico. «Aquí siempre nos lo pasamos muy bien», señalaban los consultados que descartaron que a corto plazo el Brexit tenga efecto alguno a nivel turístico.
El temor de los residentes
Los que sí mostraron ayer su preocupación fueron los británicos residentes en la zona, quienes también acudieron al carnaval británico de Benidorm. «Llevo viviendo aquí más de diez años y, una vez que se apruebe, no sé si podré continuar aquí, si tendré médico, no sé nada», señalaba ayer una mujer en plena calle Mallorca durante la fiesta.
