Benidorm puso anoche fin a sus seis días grandes con un espectacular castillo de fuegos, disparado desde la playa de Poniente por la pirotecnia Ricasa y que sirvió para poner el colofón a unas Fiestas Mayores Patronales que podrían definirse con una palabra: sobresalientes. No en vano, 2018 será recordado como el año en el que estas celebraciones, las más importantes y participativas de la ciudad en la que no desentona ningún festejo, han obtenido el reconocimiento de la Generalitat al ser declaradas Fiestas de Interés Turístico, tal y como anunció el lunes el jefe del Consell, Ximo Puig, al término de la procesión de San Jaime. Hasta ahora, tan solo la Escenificación del Hallazgo, que realiza todos los años la Asociación Cultural y Recreativa La Barqueta, contaba con esta distinción, a la que ahora se suma también la obtenida para el conjunto de la Fiesta.

Benidorm inició hace meses los trámites para conseguir este reconocimiento, tras lo cual, el pasado junio, el pleno aprobó una moción en pleno para solicitar a València la declaración. Un acuerdo respaldado no solo por unanimidad de la corporación municipal, sino también por todas las entidades festeras que tienen que ver con las Patronales, así como por muchas otras entidades, colectivos sociales y vecinos a título individual.

Razones no les faltan. Desde el viernes a hoy, cuando las Fiestas Mayores Patronales tendrán su réplica en la «zona guiri» con la «Fancy Dress Party», han sido miles las personas que han llegado a la ciudad atraídas por los festejos, que compatibilizan por igual la parte más tradicional y religiosa, las que tienen que ver con las raíces del pueblo de Benidorm, con la parte más lúdica y festiva: desfiles, conciertos, pólvora, disfraces, bandetas y comida y bebida a mansalva en las peñas, de noche y de día, para todo aquel que se quiera integrar en las Fiestas. ¿Qué más se puede pedir?

Cambios con nota

Entre las principales novedades de los festejos de este año, la nota más destacada ha sido la nueva ubicación de las mascletás. Una ubicación que, a juzgar por los aplausos y los comentarios mayoritarios del público, ha salvado el trámite con nota. Así lo cree también el pirotécnico Fernando Trotana, de la pirotecnia Ricasa, que junto al presidente de la Comisión, Francisco Marín, y el edil de Fiestas, Jesús Carrobles, apostó desde el minuto uno por Jaime I. «Es un sitio espectacular para hacer una mascletà y se ha demostrado».

Además, la altísima participación de público en casi todos los actos, gracias en parte al buen tiempo y las altas temperaturas registradas, han sido la nota destacada. La gente acudió en masa a la Ofrenda, que fue más rápida que otros años; a las misas y procesiones, sobre todo el domingo; al concierto de Juan Magán, que desbordó todas las previsiones; y a otros eventos programados por los mayorales de 2018. Igualmente, el Desfile del Humor, en el que participaron trece peñas, supuso subir un escalón en cuanto a la calidad de las parodias, mucho mejores en conjunto que en años anteriores, aunque sigue siendo necesario buscar la fórmula para evitar que el público, sobre todo los festeros se acaben marchando a la mitad. Y, de nuevo, un año más las carrozas y el castillo fueron el mejor broche para la Fiesta.

Ahora, queda la incógnita de saber qué ocurrirá con la Comisión del próximo año, quién se pondrá al frente y si habrá suficientes personas para organizar los primeros actos. Cuenta atrás para las Fiestas Mayores Patronales de 2019.