Color, caramelos, disfraces y confeti, mucho confeti. Benidorm puso ayer el broche final a sus actos y lo hizo con uno de los desfiles más llamativos: el de carrozas. Las calles del centro se llenaron de todo tipo de personajes y disfraces que, desde sus vehículos engalanados, endulzaron la espera a los peñistas, vecinos y turistas que abarrotaron las aceras para ver pasar a los participantes. En total, 56 carrozas entre peñas, comisiones y entidades festeras, casas regionales y agrupaciones sociales. Y para terminar, las de las Reinas Fátima Carrobles y Anna Calbo a las que acompañaron sus respectivas cortes de honor.

La cabalgata partió a las 18.00 horas desde el parque de Elche. Allí se concentraron todos los vehículos que iban a participar en el desfile. Horas antes, los peñistas prepararon en sus locales los disfraces y todo lo necesario para engalanar sus vehículos con los que esperaban ganar uno de los premios que estaban en juego.

El desfile recorrió las calles del centro desde el parque de Elche por la avenida Almendros, Marte, Venus, Ruzafa, Martínez Alejos, donde la tribuna recibió una lluvia de confeti y caramelos, para seguir por la calle Gambo y acabar en la plaza de la Hispanidad. Miles de personas esperaban en las sillas colocadas para la ocasión, de pie o incluso en el suelo a que pasaran las llamativas carrozas, algunas de ellas con grandes decorados que despertaron el aplauso del público.

Entre ellas se pudieron ver piratas, marcianos o cohetes espaciales, egipcios, varios circos con todos sus personajes y con decorados que incluso recordaban a las pistas, griegos en el Olimpo, tiroleses o vikingos. También, entre las carrozas artesanas, representaciones de la película de «Coco» y de la muerte mexicana con altares recordando a los que ya no están. Personajes de Disney o Grease y un fondo marino con estrellas, buzos o peces, entre algunas de las carrozas.

Otras representaban un «saloon» del oeste, unos barcos de papel con marineros, un bosque con duendes y personajes mágicos o una fiesta «hippie». Además se pudieron ver abejas, con trajes totalmente artesanales, cartas de corazones como los de la película de Alicia en el País de las Maravillas, un mundo de hielo con sus reyes, mariposas o indios, pero de la India, no del lejano oeste.

Desde ellas se lanzaban los caramelos o confeti al público. Más de uno con gran fuerza. Los más pequeños se lanzaban a por ellos y también algún que otro adulto para llenar las bolsas de plástico que portaban en sus manos.

El esplendor de las Reinas

El desfile se cerró con dos carrozas de Mayorales y las más esperadas: las de las Reinas Mayor e Infantil de las Fiestas, Fátima Carrobles y Anna Calbo, con sus cortes de honor. La de ésta última lucía unas alas rosas y doradas además de adornos en azul, el mismo color en celeste que llevaban sus damas y ella misma en el traje. Tras ella, la Reina Mayor en su carroza morada y dorada vestida de blanco junto también a sus damas que iban sentadas a sus pies.

La cabalgata duró más de tres horas. Entre otras cuestiones, por el tamaño la ésta última carroza lo que hizo que se quedara parada en algunos puntos porque no podía pasar, lo que provocó un retraso en el acto que hizo que parte del público abandonara la calle pensando que había terminado.