Miles de benidormenses salieron ayer a la calle para vivir con intensidad el día grande de sus Fiestas Mayores Patronales, el Día de la Mare de Déu del Sofratge, y demostrar de este modo su fe en una imagen que llegó a las playas de la ciudad hace 278 años para quedarse en el corazón de la localidad por siempre. Como si supieran que la ciudad donde el verano es -casi- eterno festejaba ayer por todo lo alto, el sol y el calor tampoco quisieron faltar a la cita y regalaron a festeros, vecinos y turistas un día de lo más primaveral, con temperaturas que alcanzaron los 23 grados centígrados, lo que permitió que la Fiesta inundara más que nunca las calles. Y también, que las playas se llenaran de aquellos que huyen del jolgorio, la música y los petardos que se viven en el centro de la localidad.

La jornada festera arrancó poco después de los primeros rayos de sol e hizo que en las calles confluyeran a la vez los más trasnochadores, que aún alargaban las secuelas de una larga noche de sábado, con aquellos que optaron por madrugar y prepararse para honrar a su patrona desde primera hora. A las ocho, una despertà anunció el día grande de la Fiesta a los vecinos del casco antiguo. Y a continuación, el programa fue rodado, con un acto tras otro, hasta pasada la medianoche, cuando la plaza de San Jaime se volvió a llenar de devotos y festeros para cantar las tradicionales Copletes que recuerdan la historia marinera de la Virgen del Sufragio.

El canónigo de la catedral de Orihuela, Agustín Sánchez Manzanares, fue el encargado de oficial la solmene misa dedicada a la Virgen del Sufragio, junto al párroco de San Jaime, Juan Antonio González; y, además, dey loar en su homilía el cariño de todo un pueblo por su patrona, del que pudo ser testigo en la Ofrenda de flores que tuvo lugar el sábado. La iglesia de San Jaime y Santa Ana volvió a quedarse pequeña para dar cabida a los cientos de fieles que quisieron participar en la eucaristía, que fue cantada por la Camerata Ars Cantica de Benidorm. Las reinas de las Fiestas, Fátima Carrobles y Anna Calbo, obsequiaron a la Mare de Déu con unas nuevas placas para poder colocar sus joyas en el camarín, mientras que sus damas mayores e infantiles fueron las encargadas de realizar las ofrendas y leer algunos pasajes durante la misa.

Pasado el mediodía, la avenida de Jaime I se convirtió en el epicentro de la Fiesta al albergar por primera vez en su historia una mascletà en las Patronales, la primera también en este ciclo festero. Pese a las dudas iniciales e inconvenientes del público para acceder a la zona, lógicos por la novedad, la mayoría de festeros dio por buena la nueva ubicación del disparo pirotécnico, que fue sumamente aplaudido por el público.

La procesión y el canto de les Copletes pusieron el broche a los actos religiosos, dando el relevo a los peñistas para vivir una nueva noche de desenfreno.

La ciudad festejará hoy el día de San Jaime Apóstol, patrón de la localidad, con múltiples actos también a lo largo de toda la jornada. Por la noche, tendrá lugar el concierto central de los días grandes: el del artista Juan Magán, que actuará en la plaza del Ayuntamiento pasada la medianoche.