Mucho ritmo para hilar una coreografía perfecta. La primera mascletà de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm no defraudó a las miles de personas que se congregaron ayer en la avenida Jaime I para no perderse el espectáculo pirotécnico, que destacó por su parte terrestre al estar totalmente acompasada. «Ha sido la parte más trabajada del disparo», explicó ayer Fernando Trotana, de Pirotecnia Ricasa.

Con cerca de seis minutos de duración y una carga explosiva de 104 kilos de pólvora, el disparo de Ricasa no dejó indiferente a nadie. El potente estruendo se dividió en tres partes claramente diferenciadas. Un minuto después de las 14.00 se inició un potente arranque aéreo donde se jugó con los efectos digitales para introducir el color azul en honor a la Patrona, que ayer vivió su día grande. Así, pronto el humo del estruendo se tornó del color de la Virgen del Sufragio.

El rítmico cuerpo terrestre del disparo hizo las delicias de los miles de asistentes que disfrutaron con la parte más coreografiada de la mascletà, programada de forma digital. Este apartado se dividió en cinco fases con distintos compases que hicieron retumbar el suelo de Jaime I. Un estruendo final que se alargó casi un minuto puso el broche de oro. Así, Ricasa combinó disparos aéreos con terrestres para hacer temblar los cimientos de la ciudad y llevar también el vibrante cierre al cielo.

El espectáculo a cargo de la Pirotecnica Ricasa se volverá a repetir mañana a partir de las 14.00 horas en la avenida Jaime I.