Era uno de los momentos más esperados de las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm, la primera mascletà. Y este año por dos cuestiones: porque los peñistas tenían ganas de sentir el ruido de la pólvora y porque el espectáculo pirotécnico estrenaba ubicación en la avenida Jaime I. Un espacio que ahora permite ver el disparo de los petardos desde dos perspectivas: la parte alta o la baja, más cercana a la playa.

La razón del cambio son las obras de la avenida del Mediterráneo que ya han comenzado y que han obligado a cortar la calle Puente hasta la plaza de la Hispanidad. Es en este último punto donde tradicionalmente se lanzaba la mascletà por lo que la decisión de trasladarla al final del parque de Elche mantenía en vilo a los representantes festeros y el Ayuntamiento para ver qué acogida tenía entre el público.

Y parece que la decisión pasó ayer el corte con nota, aunque con algunos matices. Una vez que la pólvora resonó y el cielo se llenó de humo y colores, los comentarios entre los asistentes que se ubicaron en la parte más cercana al parque de Elche eran positivos: «me ha gustado más desde aquí» o «suena mucho mejor en esta calle». Desde ese punto, los colores y demás elementos se pudieron ver con claridad y al detalle.

Por otra parte, los que disfrutaron del lanzamiento de pólvora desde el cruce con la calle Limones hacia abajo vieron la mascletà desde otra visión completamente diferente. El humo que dejan los petardos se dirigía hacia arriba así que en muchos momentos no se podían vislumbrar lo que estaba pasando en las alturas. Aún así, los asistentes en ambos lados dieron un más que aprobado a la primera que se celebra este año.

La nueva ubicación también hizo plantearse al público dónde acudir o por dónde llegar a la misma. Así, los que eligieron la parte baja se encontraron con alguna calle sin salida a Jaime I porque ya estaban las vallas de seguridad que protegen a los asistentes. Así que muchos tuvieron que dar la vuelta para poder coger un sitio más céntrico y más cercano a la pólvora. A pesar de la confusión de los primeros minutos de cómo llegar al mejor punto, finalmente todos encontraron su sitio donde disfrutar del espectáculo pirotécnico que despertó el aplauso del público asistente al finalizar el disparo de la pólvora.

Fiesta previa

Con el cambio de ubicación se temía que los asistentes no fueran los esperados. Así que, para animar el ambiente antes de la mascletà, la zona baja de Jaime I contó con una fiesta previa en la que una conocida marca de anís y la música fueron las protagonistas. Allí se congregaron peñistas pero también turistas que pasaban por el paseo y se sumaron a la celebración. Además, en el mismo sitio, se colocó una carpa como punto violeta donde se repartían varios objetos, entre ellos, pulseras de «fiestas sin acoso».