Es el primer acto lúdico de fiestas y, como tal, no defraudó. Un mar de colores inundó ayer la calle Ruzafa y Martínez Alejos entre blusones, camisetas, polares, sudaderas o todo tipo de ornamentos festivos. La Entrada de «Penyes» de Benidorm marcó el inicio de los cinco días grandes de la capital turística.

Horas antes, los locales festeros eran un hervidero de idas y venidas, tijeras, purpurina, disfraces o cualquier elemento o detalle que pueda diferenciar una peña de otra. Los peñistas de Benidorm llevaban todo un año para volver a desfilar el viernes de «peñas» con sus mejores galas y ganas de pasarlo bien. Y no defraudaron.

A las 22.30 horas arrancaba este acto que se considera el primero de los lúdicos aunque las Fiestas Mayores Patronales de Benidorm arrancan oficialmente hoy sábado por la mañana. Este año, la Entrada de «Penyes», el desfile de las asociadas batió récords de participación con 4.255 peñistas miembros de las 210 peñas que componen la asociación. Además, también se sumaron las no asociadas que este año suman 16.

A la hora prevista, las agrupaciones festeras se fueron dirigiendo a la parte alta de la calle Ruzafa para comenzar el desfile. Miembros de l'Associació de Penyes, listado en mano, iban organizando a los miles de asistentes para poder comenzar el desfile. El orden: de la peña más veterana hasta la más nueva, completando así las más de 200 existentes. La Soca fue la primera en abrir el desfile un año más después de que las Reina Mayor, Fátima Carrobles, y la Infantil, Anna Calbo, junto a sus damas abrieran el acto.

Pelucas, peinados imposibles, tutús, vestimenta ochentera, disfraces o cualquier elemento se pudo ver sobre los peñistas durante el recorrido hasta el cruce de Martínez Albertos con la calle Gambo. Mezclado con esos toques divertidos, la tradicional prenda que los festeros lucen durante los días grandes: el blusón que se pudo ver en decenas de colores y formas. Pero sin duda, un año más, uno de los elementos principales de cada peña fue el estandarte.

Estandartes y banderines

En ese estandarte se cuelga cada año el tradicional banderín que las Reinas, el presidente de l'Associació de Penyes, el alcalde o el concejal de Fiestas hace entrega a cada entidad festera una vez que llegan a la tribuna de autoridades ubicada al final del desfile. Algunos de estos estandartes aparecen ya llenos de banderines, son los de las peñas que llevan más años. Otros, los de las más recientes, colgaban por primera vez esta codiciada pieza que marca que se ha desfilado en la Entrada de «Penyes».

Así, este año la asociación peñista sólo entregó el tradicional banderín ya que el regalo que cada año se entrega ese momento a las agrupaciones se dio por adelantado para «evitar que las peñas vayan cargadas con todas las cosas», según explicó el presidente de la misma, Daniel Luque.

Durante más de tres horas, los peñistas desfilaron al ritmo de la música que sonaba en los altavoces instalados durante todo el recorrido. Sonaron canciones de todo tipo que hicieron que los participantes se movieran el ritmo de la música. Pero no sólo ellos. El público congregado en el recorrido también movió los pies y la cadera en algunos momentos. Algunos de ellos, aguantaron durante todo el acto lúdico.

Una vez terminado el desfile, cada peñista se dirigió a su local festero y el bullicio de la fiesta se trasladó a varias calles de la ciudad, sobre todo, en el casco histórico donde más peñas se concentran, pero también a las calles adyacentes. En algunos locales se pudo disfrutar de música en directo con bandas de música.

Como los últimos años, los festeros pudieron disfrutar de la música en sus locales hasta las 4.00 horas. Más tarde, nada podrá escucharse en las calles para respetar el descanso de los vecinos. Esta restricción durará hasta las 10.00 horas, según fuentes municipales, cuando se podrá retomar la actividad sonora.