Victoria a medias para los agricultores de la Marina Baixa en la guerra abierta contra el Consell por la tala de árboles a causa de la Xylella fastidiosa. Un grupo de vecinos decidió plantarse a primera hora de la mañana de ayer para evitar la devastación de ejemplares en Tárbena. Así, los afectados se alinearon ante las trituradoras de Tragsa, la empresa pública dependiente de la Generalitat que se encarga de acometer las medidas incluidas dentro del Plan de Erradicación de la bacteria. Y, finalmente, cumplieron con su objetivo aunque sólo por unas horas ya que, son conscientes, de que las máquinas volverán pasado el fin de semana para seguir arrancando almendros sanos que, a su juicio, podrían servir para profundizar la investigación sobre este parásito que ha devorado ya miles de árboles en la provincia de Alicante.
El primer brote de Xylella fastidiosa se declaró hace casi un año y medio, en julio de 2017. El Consell activó entonces un Plan de Erradicación que sigue vigente a día de hoy pese a las críticas que despierta entre los agricultores, capitaneados por Asaja y la Plataforma de Afectados (AXFA), que vienen solicitando desde hace meses que se tomen medidas menos agresivas para combatir la plaga. No hay que olvidar que el protocolo que, hasta ahora, sigue aplicando el Consell consiste en triturar todos los ejemplares, sanos o contagiados, que se encuentren a 100 metros a la redonda del foco de la bacteria.
Las estrictas medidas aplicadas por el Consell han provocado ya la desaparición de, al menos, 10.000 almendros en toda la provincia de Alicante. Por ello, los agricultores volvieron a decir ayer «basta» y se rebelaron contra las máquinas con el objetivo de pedir más investigación para frenar la plaga sin necesidad de continuar destruyendo árboles sanos. O, dicho en otras palabras, pasar a la fase de erradicación. «Ya es evidente que la bacteria se ha propagado por los campos de la Marina Baixa, Marina Alta y El Comtat», admitió ayer Francisco Javier Molines, uno de los agricultores afectados por la bacteria en Tárbena.
Soluciones alternativas
A la vista de la situación, Molines y otros agricultores están convencidos de que la solución no pasa por seguir talando árboles. «No tiene sentido seguir aplicando medidas de erradicación, hay que pasar a la contención», señaló ayer este afectado, quien fue más allá y alertó sobre los efectos negativos que las medidas ejecutadas por el Consell pueden tener para los avances en la investigación sobre la Xylella fastidiosa. «Están arrancando árboles que pueden ser objeto de estudio porque han resistido a la bacteria pese a estar en una parcela contagiada», advirtió ayer Molines.
Investigadores de la UE
Como se recordará, desde el Consell sostienen que por ahora la única vía posible para hacer frente a la Xylella es la erradicación, tal y como marca la normativa europea en este sentido. Por ello, los agricultores de Tárbena aprovecharon la presencia ayer de investigadores de la Unión Europea (UE) durante la actuación para hacer llegar el malestar que hay entre la comunidad agrícola por los protocolos aplicados por la Generalitat en nombre de la UE.
