La mayoría de contenedores soterrados de Benidorm, en funcionamiento o no, se han convertido con los años en un foco de suciedad y mala imagen en algunas de las calles más transitadas de la ciudad. El principal motivo: la falta de una limpieza a fondo y de un mantenimiento de continuo. En la imagen, los soterrados de la vía Emilio Ortuño, que han estado precintados por orden judicial durante tres años debido al fallecimiento de un operario mientras los reparaba, en julio de 2013. Cuando el juzgado permitió de nuevo su utilización, la estructura estaba tan deteriorada que no se pudieron volver a poner en marcha.