La Royal British Legion desfiló ayer en Benidorm durante la tradicional «Poppy Appeal». El evento consiste en la venta de amapolas de tela, mayoritariamente confeccionadas por personas con diversidad disfuncionalidad, cuyos ingresos se destinan a ayudar ex militares británicos y sus familias que han padecido las consecuencias de los conflictos bélicos. En el acto participó el alcalde, Toni Pérez, y la primera teniente de alcalde, Ana Pellicer.