Con un cielo más gris de lo que es habitual, el puerto de Benidorm recibió ayer a pasajeros del crucero Artania, que realizó escala en las aguas de la ciudad turística. De hecho, el perfil de la embarcación fue visible desde las playas de la capital de la Costa Blanca. El propio buque flotó pequeñas embarcaciones que trasladaron a los cruceristas hasta el puerto, donde la Concejalía de Turismo instaló una carpa para ofrecer información sobre las posibilidades de ocio y diversión en el municipio. Los pasajeros también tenían la oportunidad de viajar a otros enclaves de la Marina Baixa.