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La deuda que paró el concurso del InTempo

La Audiencia juzga si era real el débito que retrasó la adjudicación del rascacielos a la Sareb

La deuda que paró el concurso del InTempo

A finales de 2016, la Sareb (el también llamado banco malo) tenía prácticamente al alcance de su mano hacerse con la adjudicación del InTempo, el edificio residencial más alto de Europa. Sin embargo, la decisión judicial se retrasó debido a la batalla que plantearon los pequeños acreedores, especialmente la empresa que hizo la estructura del rascacielos, que se oponían a que la Sareb fuera considerado un acreedor privilegiado en el concurso y se pusiera a la cola junto al resto de los demandantes. La mercantil Konos, que levantó la estructura del coloso, reclamaba una deuda de un millón de euros que se habrían quedado sin pagar por parte de dichos trabajos. Resolver esta petición mantuvo paralizado el procedimiento en el juzgado de lo Mercantil varios meses hasta que finalmente se dio la razón a la Sareb y se le consideró acreedor preferente para cobrar esas deudas. Ahora la Audiencia de Alicante juzga si el millón de euros reclamado por Konos se trató de una deuda simulada tras una querella que se presentó aún antes de que comenzara el concurso de acreedores.

En el banquillo se sientan el exadministrador de Olga Urbana, Isidro Boronat, y otro exadministrador de Konos, Juan Yancovich, acusados de tentantiva de estafa y falsedad de documento mercantil. Boronat defiende la realidad de estos trabajos y achaca la querella a una venganza de sus socios tras una disputa sobre los futuros compradores del proyecto. El juicio comenzó el lunes en la Audiencia Provincial y la declaración de los peritos no arrojó ayer datos concluyentes. Por eso será necesaria la declaración de la administradora concursal del InTempo, Antonia Magdalena Carmona, que ha sido citada para una tercera sesión el 5 de noviembre en la que el proceso quedará visto para sentencia.

El perito judicial declaró ayer que la deuda de 1.037.058 euros que Olga Urbana mantenía con Konos no aparecía reflejada en la contabilidad de la empresa. «Esto solo puede tener tres explicaciones: o es un error; o no se quería tributar por una cantidad de cobro dudoso; o esa deuda no existía», aseguró ayer el perito al tribunal. Este técnico matizó que su análisis se limitó al aspecto contable de la empresa y que no era su cometido determinar si la deuda era real o no. «Desde un punto de vista contable, las cuentas son correctas», dijo, aunque incidió en otras ausencias que le habían llamado la atención como los costes laborales. La defensa de Boronat, el abogado Francisco Regalado Rojas, advirtió al tribunal de que en dicho informe no aparecían las cuentas correspondientes al año 2012, que es precisamente el ejercicio en el que se habría generado la deuda ahora cuestionada por las acusaciones.

El perito de la defensa incidió en que esa información no tiene que aparecer necesariamente en la contabilidad, pero sí aparecía en las partidas de dudoso cobro, de manera compensada para no alterar la realidad de las cuentas de la empresa.

Por este motivo, la declaración de la administradora concursal será determinante para esclarecer los hechos. En el concurso de acreedores, la deuda de poco más de un millón de euros que las acusaciones cuestionan, está reconocida y Konos forma parte de la lista de acreedores, de entre los más de 100 millones de euros que se adeudaban cuando la promotora procedió a la suspensión de los pagos.

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