La iglesia arciprestal de San Juan Bautista se convirtió ayer en el escenario improvisado del último acto de las Fiestas de Moros y Cristianos de Callosa d'en Sarrià, debido a la fuerte tromba de agua caída a media tarde que obligó a suspender la segunda procesión en honor a su patrona, la Virgen de las Injurias. El inicio del acto estaba previsto para las 20 horas, después de que durante toda la jornada se sucedieran con total normalidad todas las actividades previstas en el programa, entre ellas la misa de campaña, el tradicional concurso del «Ball Cristià», el tiroteo o la Embajada cristiana, la segunda y última de los festejos, en la que los cristianos reconquistas el castillo. El agua caída minutos antes de la procesión llevó a los festeros a acordar la suspensión de la misma, que se sustituyó por un pequeño recorrido por el interior de la iglesia, al que siguió el tradicional verso del «Angelet» a la patrona de la localidad, la interpretación del himno de la Virgen de las Injurias y una misa.