Era el plato fuerte de la noche y no defraudó. La segunda jornada del Iberia Festival de Benidorm tenía reservado un espacio para una de las bandas importantes del panorama musical: Golpes Bajos. Un homenaje a su fundador, Germán Coppini, que consiguió reunir por primera vez después de treinta años a los tres miembros vivos de la banda, Teo Cardalda, Pablo Novoa y Luis García. A ellos se sumaron artistas como Iván Ferreiro, Mercedes Ferrer, Sole Giménez, Javier Ojeda, Pepe Begines o Nacho Campillo.

Las primeras notas fueron las de «Santos de devocionario», que cantó Teo Gardalda en solitario con su teclado. Nacho Campillo fue el siguiente con «Tendré que salir algún día». Javier Ojeda, de Danza Invisible, interpretó «Escenas Olvidadas» y la italiana «Come prima». Pepe Begines fue el encargado de recordar canciones como «Hazme un nueve» o «Estoy enfermo»; y Sole Giménez lo hizo con «Travesuras de Till» o el conocido tema «No mires a los ojos de la gente».

Mercedes Ferrer cantó temas míticos de la banda como «Santa compaña» o «La reclusa». Casi al final le tocó el turno a Iván Ferreiro que entonó las letras de «Desconocido» y «Cena recalentada». Y como broche final, todos juntos hicieron sonar «Malos tiempos para la lírica».

La jornada comenzó con Perdiendo los papeles e Iberia Sumergida. Tras ellos, un esperado Coque Malla y su ya tan conocido tema «No puedo vivir sin ti», que ha vuelto a resonar muy fuerte en los últimos días. En un momento de la actuación le acompañó Iván Ferreiro para cantar «Me dejó marchar». Para terminar, Javier Ojeda volvió al escenario con su banda Danza Invisible. Su «Sabor de Amor» y «A este lado de la carretera» pusieron el broche final a un festival que ha reunido a cerca de 6.000 personas en el auditorio Julio Iglesias.