«Entendemos que Benidorm no puede permitirse perder un segundo, cuando se trata de situarse como referente de turismo sostenible y respeto a nuestro medio ambiente». El empresario benidormense Antonio Manuel Puchades, promotor del proyecto para construir un teleférico en el parque natural de la Serra Gelada, se ha cansado de esperar y ha dado un tirón de orejas al Ayuntamiento de Benidorm por los retrasos que acumula la redacción de un informe para determinar el posible impacto ambiental que esta polémica infraestructura podría tener sobre dicho paraje. El constructor, que es propietario de la mayor parte del suelo sobre el que está proyectada la obra, ha remitido un escrito al alcalde de la ciudad, Toni Pérez, donde recuerda que el pleno municipal aprobó el pasado marzo por aplastante mayoría -solo hubo una abstención del portavoz de Compromís, Josep Bigorra- una moción del grupo socialista para encargar la realización de este estudio, cuyo objetivo debía ser concretar si la construcción de un teleférico y un mirador en la Serra Gelada produciría algún tipo de perjuicio sobre el parque natural.
La misiva de Antonio Manuel Puchades, presentada por registro el pasado viernes, solicita que el Consistorio le remita una copia de dicho informe, dando por sentado que «por el amplio periodo de tiempo transcurrido, ya se han debido concluir los trabajos y su resultado debe obrar en poder del Ayuntamiento». Pero nada más lejos de la realidad. Desde el gobierno local reconocieron ayer a este diario que el estudio todavía no se ha encargado, pero que la tramitación sigue su curso para dar cumplimiento a dicho acuerdo plenario, sin concretar fechas.
Un documento clave
Fuentes del entorno de Puchades explicaron que este estudio de impacto ambiental es uno de los trámites que podrían ser claves a la hora de inclinar en un sentido u otro la opinión del Consell sobre esta infraestructura, que tiene prácticamente por igual defensores y detractores. De hecho, es la Generalitat quien tendría la última palabra, al ser quien maneja todas las competencias que guarden algún tipo de relación con el parque natural, cuyo Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) no recoge ahora la posibilidad de desarrollar una obra como la que proyecta el constructor. De ahí que, a juicio de su entorno, la palabra del Ayuntamiento en favor de la infraestructura sería un argumento de peso a la hora de modificar estos parámetros.
«El Teleférico y Mirador de Benidorm es un proyecto singular que persigue ampliar nuestra oferta turística y dotarla de mayores atractivos y alicientes para el disfrute de nuestros vecinos y visitantes. Una iniciativa que combina a la perfección la puesta en valor del parque natural de la Serra Gelada con su preservación ambiental», apunta en su escrito Antonio Manuel Puchades. Igualmente, manifiesta que «no podría entenderse una dilación de los plazos, cuando se trata de una inversión generadora de empleo, riqueza y valor añadido a nuestra oferta turística, como así lo han avalado todas las asociaciones empresariales de Benidorm y la Marina Baixa y multitud de apoyos de todos los estamentos de la sociedad civil».
Además de estos apoyos, que alcanzan las cerca de 5.000 firmas, el constructor también recuerda que, entre las voces que han surgido a favor del proyecto figuran también las de destacados arquitectos, como Óscar Tusquets, Cristian Larrain, Rodolfo Nonini, Antonio Escario o Javier Domínguez, o ingenieros como el profesor de la UA Armando Ortuño, impulsor de «Benidorm, Patrimonio de la Humanidad».
No obstante, pese a las múltiples adhesiones, también existen voces en contra del proyecto, lo que llevó al Consistorio se accedió a solicitar el informe que sigue sin redactarse.
