Altea dedicó el día de ayer a su Cristo del Sagrario. Al mediodía se celebró la Misa Mayor cantada por el coro de la Sociedad Filarmónica Alteanense y por la noche tuvo lugar la procesión con las imágenes del Cristo y del patrón de Altea, San Blas, recorriendo las calles del perímetro que forma el casco antiguo. En medio, a las 14 horas, se disparó una «mascletà» en el aparcamiento del paseo marítimo en homenaje a todas las mujeres «por la igualdad y en contra de la violencia machista», según se anunció en el programa de festejos. Acabada la procesión, a las 00:30 horas se disparó desde la playa de L'Espigó un castillo de fuegos artificiales.

El Día Grande de las fiestas patronales de Altea comenzó a las 11 horas con la concentración de los cargos festeros, autoridades, junta directiva de la Federació de Moros i Cristians Sant Blai y miembros de la Cofradía del Cristo del Sagrario en la plaza del Ayuntamiento. La comitiva se dirigió hacia el templo parroquial de Nuestra Señora del Consuelo donde se celebró la Misa Mayor oficiada por el obispo de la Diócesis Guantánamo-Baracoa (Cuba), monseñor Silvano Pedroso, en compañía del Vicario Episcopal Juan José Ortega, el párroco José Abellán y el sacerdote alteano Vicente Martínez.

En la misa, el coro de la Sociedad Filarmónica Alteanense estrenó la obra de Michael Haller, «Missa Tertia». Tras el oficio, la parroquia de Altea y la asociación parroquial Hilos de Colores entregaron al obispo cubano un cheque por valor de 5.000 euros, producto de la recaudación benéfica que organizó la parroquia por damnificados de los últimos huracanes en la región de la diócesis cubana.

Posteriormente, a las 14 horas se disparaba la «mascletà» a cargo de la pirotécnica Reyes Martí, la misma del castillo de fuegos de la noche. De encender la mecha se encargaron la reina cristiana María Lloret y el rey moro Pedro Parra. Ya por la noche, se celebró la procesión del Cristo del Sagrario y San Blas. El Cristo lo llevaban a hombros los miembros de su cofradía escoltados por cuatro mujeres vestidas de negro, sin teja ni mantilla.

Mientras que a San Blas, que le precedían los abanderados y representantes de las filaes moras y cristians vestidos con sus galas de honor, lo llevaban miembros de las filaes Arsem y Conqueridors. En la procesión se estrenaron el estandarte del santo y las nuevas andas vestidas con una tela roja donde se han bordado los escudos de las filaes alteanas.