El pasado jueves por la noche falleció en Altea el hombre más longevo del pueblo cuando contaba 101 años de edad. Juan Bautista Pascual Bou, conocido como Batiste "La Foia", nació en Benimantell el 14 de junio de 1917 y se trasladó a Altea con sus padres cuando tenía 4 años de edad. Llevaba casado 72 años con Pepita Alvado "La Rajola" y cuando cumplió 100 años, el Ayuntamiento de Altea le rindió un homenaje en su domicilio, por su edad y por ser una persona muy conocida y querida en Altea. El sepelio tendrá lugar este sábado a las 10:30 horas en la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo.

Hace pocos años ingresó con su mujer en la residencia de la Tercera Edad “Les Boqueres”. Y hace algo más de una semana sufrió una leve bronquitis que no superó, según fuentes de la familia.

A Batiste, labrador y podador de oficio que se conocía todo el término municipal de cabo a rabo, le pilló la Guerra Civil haciendo el Servicio Militar con 19 años y fue enviado al frente de Teruel con el bando republicano. Con una mente todavía lúcida, cuando cumplió 101 años explicó a este diario que en la Batalla de Teruel pasó muchas penurias pero que un ángel “me protegía porque me salvé milagrosamente de la muerte al explotar una bomba a mi lado”. Batiste y otros soldados republicanos escaparon a Francia, pero al acabar la Guerra fue repatriado y juzgado, aunque no condenado. Tuvo que hacer otros tres años de “mili”, pero en esta ocasión estuvo en Córdoba como ayudante de un coronel del Estado Mayor.

El matrimonio siempre ha vivido en el barrio de Bellaguarda, y tras su jubilación se dedicaron a viajar por España. En “Les Boqueres” era uno de los residentes que más animaban al resto de compañeros, gracias a su humor socarrón, y se encargaba de cantar el bingo o participando en las diferentes actividades que se desarrollan en el centro, sobre todo en los bailes de salón de lo que era un experto con su Pepita.