Bajo las aguas de La Vila Joiosa se esconde uno de los tesoros subacuáticos más importantes de la Comunidad Valenciana: el pecio Bou Ferrer. Su historia y los elementos recuperados del mismo se estudian y analizan en Vilamuseu, un museo con unas instalaciones adecuadas para la investigación de todo el patrimonio cultural enterrado en la arena del mar. Así que con ese espacio más que preparado, la entidad quiere ir un paso más allá y convertirse en el epicentro de los estudios siendo una de las sedes o delegaciones del Centro de Arqueología Subacuática de la Comunidad Valenciana (CACSV).
El Ayuntamiento de La Vila, desde la Concejalía de Patrimonio Histórico, ha lanzado la propuesta y ofrece a la Generalitat la posibilidad de que el municipio albergue estas instalaciones precisamente en el edificio de Vilamuseu. Para ello, en el próximo pleno se debatirá una moción que recoge las razones por las que la capital de la Marina Baixa sería un buen lugar para concentrar todas las investigaciones en esta materia. En la moción presentada por la concejala del área, María Ángeles Gualde, a la que ha tenido acceso este diario, se recoge un amplio informe del jefe de Arqueología y director de Vilamuseu, Antonio Espinosa, con los puntos a favor para conseguirlo.
Así, apuntan a que las instalaciones de Vilamuseu pueden «ofrecer mucho» al estudio, gestión, protección y difusión del patrimonio cultural subacuático de la Comunidad. Destacan la situación de la ciudad en el «centro geográfico» de las comarcas del sur de Alicante, una provincia donde se concentra el mayor número de puertos, con el 60% del total de la Comunidad; con más del 80% de clubes de buceo; y con el 52% de los yacimientos subacuáticos conocidos en las costas.
Pero las razones esgrimidas por el municipio van más allá de los números. A la presencia del yacimiento subacuático del pecio Bou Ferrer en su costa se suma que Vilamuseu cuenta con unas instalaciones museísticas «anchas, accesibles y modernas» que podrían albergar esa sede del centro especializado valenciano.
Medios técnicos
En la creación de esta sede, Vilamuseu pondría las instalaciones museísticas así como los medios materiales y humanos de los que dispone. A cambio, la Generalitat pondría de su parte el personal técnico especializado en arqueología subacuática dependiente de la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat y la «dotación oportuna» para el funcionamiento ordinario de las tareas de gestión del centro. Es decir, que sería un trabajo mutuo para el funcionamiento de esta sede.
Con todo, además de los aspectos técnicos, el informe y la propuesta recogen que el museo cuenta con un «nutrido cuerpo de voluntarios» directamente implicados en la gestión del patrimonio arqueológico subacuático; que la localidad tiene «condiciones inmejorables para la creación del primer parque arqueológico subacuático de la Comunidad; y destaca el esfuerzo del Ayuntamiento en la gestión del patrimonio desde hace 30 años. También suma el apoyo del puerto vilero o la colaboración con la Generalitat o la Universidad de Alicante desde hace años en estos temas.
Ahora, una vez se apruebe en el pleno comenzar con los primeros contactos para que sea una realidad, la pelota está en el tejado del Consell. Mientras, en La Vila Joiosa, los trabajos arqueológicos subacuáticos continúan con una nueva campaña de excavación en el pecio Bou Ferrer. El director de Vilamuseu explicó a este diario que ya se han sacado unas 60 ánforas que se encuentran en la fase de desalación en las instalaciones del museo. Una vez terminada, se procederá a su conservación y se sumarán a las casi 700 ánforas que se almacenan en las instalaciones. Así la previsión es sacar del yacimiento en esta excavación un centenar de estos elementos que se encuentran dentro de la nave mercante romana, naufragada entre 64 y 68 frente a la antigua Allon (La Vila Joiosa), y que transportaban salsas de pescado junto a y grandes lingotes de plomo del emperador Nerón.
