Los titulares de parcelas en Armanello, la mayor bolsa de suelo pendiente de urbanizar en Benidorm, han iniciado las actuaciones para acabar con la peligrosidad que suponen ciertos elementos de construcción que continúan en pie a pesar de su pésimo estado. Las malas condiciones que presentan algunos muros o vallas, por ende, entrañan, además, otra amenaza en una zona que se ha convertido en un foco de degradación a escasos metros de una de las áreas más turísticas de la capital de la Costa Blanca. Por ello, los dueños del sector, que se han constituido en Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) para desbloquear de una vez por todas el desarrollo del terreno, han demolido ya «lo más urgente», según explicaron fuentes del entorno de los propietarios así como la propia edil de Urbanismo de la ciudad, Lourdes Caselles.
Cabe recordar que, hasta los años ochenta, Armanello albergó las casas de la huerta benidormense donde algunas de las familias más reconocidas de la localidad tenían su parcela y que, con el paso del tiempo, se convirtió en una zona de descanso vacacional. Pero todo cambió cuando se decidió programar el terreno para desarrollar torres de viviendas al estilo de la zona de Levante y fue Enrique Ortiz el empresario elegido para llevar a cabo el plan urbanístico.
Fue entonces cuando las familias comenzaron a abandonar sus casas de toda la vida con la amenaza de que serían derruidas de un día para otro por el proyecto urbanístico que planeaba sobre la zona. Algo que nunca llegó a suceder. Ortiz no desarrolló la zona y, tras tres lustros de batalla judicial entre el Ayuntamiento y el empresario, el sector quedó desprogramado. Había que volver a empezar con el condicionante de que quince años después el Armanello que sus propietarios dejaron se había convertido en un foco de degradación y suciedad tras años de abandono.
Los titulares asumen la gestión
Con todo este panorama de fondo, los dueños del sector y el Ayuntamiento de Benidorm sellaron un acuerdo con el Ayuntamiento, hace menos de un año, para ocuparse de la gestión urbanística del terreno. Y, en ese sentido, se comprometieron a actuar sobre la zona para acabar con las construcciones que representaban cualquier tipo de peligro así como para adecentar la zona.
Es por ello que, durante los últimos meses, los propietarios del sector han comenzado a intervenir en el terreno para ejecutar las demoliciones de carácter más urgente. El objetivo es mantener el área que aglutina cerca de 600.000 metros cuadrados en el mejor de los estados, dentro de sus posibilidades. Así, la AIU de Armanello ya ha tirado abajo todos aquellos muros o vallas que suponían riesgo alguno. Pero ahí no queda la cosa. Está previsto que en unas semanas se derribe el mítico lavadero de coches de la zona que hasta hace cosa de un año mantuvo su actividad a pleno rendimiento.
¿Qué pasa con las casas?
Cosa distinta es la situación de las casas de Armanello que los propios técnicos municipales consideraron en ruina. Aunque los propietarios del suelo quieran derribarlas se encuentran atados de pies y manos ya que, prácticamente todas esas viviendas, han sido ocupadas por personas en riesgo de exclusión social. «Estamos sujetos a decisiones judiciales, pues son los tribunales los que decretan desahucios», justificaron desde el colectivo de titulares de suelo.
Algo similar sucede en lo relativo a la limpieza de los solares para adecentar la zona. Los propietarios comenzaron las tareas encontrándose la «desagradable sorpresa» de que si aseaban todo un área un martes, por ejemplo, al viernes siguiente estaba igual. «Aún así siguieron con las labores, pero la realidad se imponía una y otra vez», explican fuentes del entorno de la AIU de Armanello. Finalmente, se determinó que sólo sería efectivo el esfuerzo con una intervención multidisciplinar -propietarios, Urbanismo, Servicios Sociales y acción policial-, señalaron los afectados quienes detallaron que las «dificultades son muchas por la existencia de ocupas». Los titulares del terreno vienen solicitando más colaboración por hacer efectivos sus avances y conseguir que sus esfuerzos no caigan en saco roto.
A expensas del Consell
Cabe recordar que propietarios y Ayuntamiento ya han trasladado al Consell el proyecto que se quiere desarrollar sobre el terreno. Recibir luz verde por parte del gobierno autonómico es un requisito indispensable para avanzar en el desarrollo del sector y acabar, de una vez por todas, con esta situación.
