Décadas sufriendo en silencio las consecuencias de su trabajo hasta que, hace ahora dos veranos, las limpiadoras de hotel decidieron salir por primera vez a la calle en Benidorm para protestar por sus condiciones laborales y conseguir mejoras. Dos años después, las conocidas como «Kellys» -las que limpian-, han conseguido celebrar su primera gran conquista. Trabajo ha reconocido ya como enfermedades profesionales propias algunas de las dolencias que sufren buena parte de las camareras de piso. Una reivindicación histórica que, al fin, se ha logrado. Todo un triunfo.

En concreto, la Mesa del Empleo de Calidad en la Hostelería ha aprobado el reconocimiento como enfermedades profesionales de las camareras de piso aquellas «relacionadas con determinados movimientos repetitivos en brazos y manos propios de su trabajo». O lo que es lo mismo: el síndrome del túnel carpiano, la bursitis y la epicondilitis o «codo del tenista». Se trata de tres de las patologías más comunes entre las limpiadoras de hotel que, hasta ahora, debían acudir a su médico de cabecera en la Seguridad Social para tratar los síntomas de las mismas. «Los doctores siempre decían que esas dolencias eran provocadas por el trabajo», explicó ayer Yolanda García, la portavoz de las «Kellys» en Benidorm, quien aplaudió que a partir de ahora sean las mutuas las que tengan que hacerse cargo de los tratamientos.

Sobrecarga de trabajo

No obstante, las limpiadoras de hotel celebraron ayer su primera gran victoria sin dejar de lado el combate. «No queremos llegar a este punto. Aplaudimos que se nos reconozcan parte de nuestras dolencias como enfermedades profesionales propias pero muchas de ellas se evitarían si no tuvieramos que asumir más trabajo del que podemos», puntualizó ayer Yolanda García, quien reclamó otra vez más medidas para evitar los abusos laborales.

¿Más enfermedades?

Pero la cosa no queda ahí. Ahora una comisión técnica evaluará si se deben incluir patologías como la cervicalgía o las hernias discales entre las enfermedades profesionales de las camareras de piso. Hay que tener en cuenta que el colectivo ha conseguido tener un código propio de patologías, al igual que ya lo tenían otros grupos profesionales como los camioneros.

En definitiva, este hecho permite que cada vez que una limpiadora de hotel acuda al médico con unos síntomas queden registrados dentro de su grupo profesional. Algo que, a la larga, abre la puerta a incluir nuevas patologías profesionales para las «Kellys».

No hay que olvidar que se habla de enfermedades laborales cuando un determinado número de profesionales del mismo sector padece los mismos síntomas. Hasta ahora las camareras de piso de los hoteles no tenían un listado propio, sino que estaban incluidas dentro del colectivo de la limpieza.