Técnicos de la conselleria de Medio Ambiente y efectivos de la Guardia Civil han comenzado ya las pesquisas para determinar las causas del fuego forestal que se desató la noche del pasado miércoles con dos focos claramente diferenciados separados solo por tres kilómetros de distancia, lo que hizo pensar en un primer momento que las llamas podían haber sido provocadas de forma intencionada.

Como se recordará, el fuego tenía dos frentes. Uno de ellos, en la sierra de l'Aixortà, próximo a los municipios de Guadalest y Beniardà, que terminó por devorar 4,5 hectáreas de monte. A sólo tres kilómetros de distancia y en pleno paraje natural de la Serrella otro foco de llamas comenzó a arder. Éste, ubicado en una zona mucho más difícil de controlar por su dificil acceso -en pleno barranc de les Coves- costó estabilizarlo cerca de 17 horas y arrasó 20,5 hectáreas verdes.

Pero, según los cálculos del Consorcio Provincial de Bomberos, quienes ayer a las 21.45 horas dieron por extinguido el incendio forestal, la cosa podría haber sido mucho peor. De hecho, de no haber llegado a tiempo, los dos frentes del fuego podrían haber llegado a unirse pudiendo haber calcinado cerca de 200 hectáreas en pleno paraje natural entre la Marina Alta y la Marina Baixa. Finalmente, se vieron afectadas 25 hectáreas.