Las «Kellys» de toda la provincia, capitaneadas por el colectivo de Benidorm, pitaron ayer con todas sus fuerzas contra la explotación que un establecimiento hotelero viene realizando contra sus empleadas fijas en la capital turística de la Costa Blanca, según denuncian sus representantes. Así, durante alrededor de dos horas, entre las 19.00 y las 21.00, las decenas de camareras de piso congregadas frente al hotel Rambla, ubicado en la zona de Foietes, lanzaron proclamas contra «los abusos que se llevan a cabo» en el citado negocio tras haber presentado ya ante Inspección de Trabajo una serie de casos donde la limpiadora ha visto como sus derechos laborales eran «pisoteados», como denunciaron ayer durante la protesta que consistió en una gran pitada.

Bajas médicas que se transforman en despidos, más horas de trabajo que las estipuladas en el contrato o más número de habitaciones que las estipuladas por jornada. Son solo algunos de los incumplimientos del convenio colectivo de hostelería que, en concreto, se vienen produciendo en este alojamiento de Benidorm, según las denuncias del colectivo de limpiadoras. Una serie de abusos que la asociación las «Kellys» de Benidorm y la Marina Baixa ya ha puesto de manifiesto ante Inspección de Trabajo en varias ocasiones. «Son empleadas fijas del hotel pero son tratadas como si fueran externas. Es lamentable», explicaron ayer el resto de limpiadoras de hotel que salieron ayer a la calle para solidarizarse con las trabajadoras del Rambla.

La gran pitada convocada en plena temporada alta consiguió levantar mucha expectación, especialmente entre los turistas que se alojan en esta zona localizada a pocos minutos de la playa de Poniente. De hecho, muchos clientes de ese mismo hotel aplaudían a las «Kellys» desde sus balcones en un gesto de apoyo a su causa.

De la Corporacion local sólo el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Benidorm, Josep Bigorra, estuvo en el acto de protesta, que se extendió hasta las 21.00 horas.