Los «mojiteros» de Benidorm han visto las orejas al lobo después de que el pasado mes de junio un juzgado de la ciudad turística dictara las primeras sentencias contrarias a las personas que venían ejerciendo la venta ambulante por un delito de «desobediencia». Se trataba así del primer castigo efectivo para los también conocidos como «cuberos» que, en los últimos años, habían multiplicado su presencia en las playas de la capital de la Costa Blanca ofreciendo desde latas de bebidas hasta cócteles alcohólicos de dudosa procedencia haciendo saltar las alarmas del gobierno local. Una problemática que, por primera vez en muchos años, ha registrado en lo que va de verano un «descenso» importante, como afirmó ayer el edil de Seguridad Ciudadana y Playas, el popular Lorenzo Martínez.

Cabe recordar que, hasta ahora, la Policía Local de Benidorm solo podía levantar actas de infracciones administrativas contra las personas que ejercían la venta ambulante en las playas de la ciudad turística en base a la ordenanza municipal que prohíbe esta práctica en la capital de la Costa Blanca y que contempla de 300 euros para aquellos que realicen esta actividad en los arenales. Una sanciones que, en cambio, nunca llegaban a cobrarse porque los afectados se declaraban «insolventes». Fin de la historia.

Así las cosas, la problemática fue «in crescendo» durante los últimos años hasta que a mediados de agosto de 2017, la tensión entre la Policía Local y «mojiteros» estalló. En una de las intervenciones habituales donde los efectivos de seguridad incautaban las bebidas y levantaban una de esas sanciones que luego nunca se cobrarían, el conflicto de cada día llegó a las manos y varios agentes resultaron heridos. Estos hechos marcaron un punto de inflexión en la lucha de Benidorm contra esta lacra.

Ejemplarizantes

La fórmula elegida para poner coto a esta práctica ilegal fue la de acudir a la vía penal. Así, el Ayuntamiento llevó a varios «mojiteros» al juzgado por un delito de «desobediencia a la autoridad». Esto es, por reincidir en el tiempo en la misma cuestión sancionable a pesar de las advertencias y las sanciones impuestas por los agentes. Unos hechos que, finalmente, fueron sancionados por el juez con multas de cuatro euros diarios durante cuatro meses. Pero, lo más importante de estas sentencias fue su labor ejemplarizante.

De hecho, según los datos que maneja la concejalía de Seguridad Ciudadana, este verano se ha reducido la presencia de «mojiteros» en los arenales de Benidorm. «Si la pasado temporada alta teníamos cerca de 50 o 60 hombres deambulando por las playas de la ciudad ahora no habrán más de una veintena», apuntó ayer el concejal Lorenzo Martínez.

A esa reducción del número de personas que ahora ejercen la venta ambulante en las playas hay que sumarle el cambio del producto ofertado. Durante los últimos años, los cócteles eran lo más vendido por los «cuberos» mientras que este año la gran mayoría ha vuelto a ofrecer latas de bebidas. Algo que, dentro de lo malo, acaba con el riesgo contra la Salud Pública que representaba la venta de combinados alcohólicos en plena calle y sin ningún tipo de control. De hecho, el gobierno de la ciudad turística venía alertando desde hace tiempo del peligro que podía suponer consumir este tipo de bebidas cuyo origen o composición se desconocía.