El gobierno de Benidorm -ocho ediles del PP y dos concejales de CBM- ha decidido pedir consejo a una asesoría externa antes de tomar una decisión sobre el futuro de la gran contrata de la basura, que vence al cierre del presente ejercicio y cuyos pliegos de condiciones todavía están pendientes de redacción. Un conjunto de requisitos que regirán, durante la próxima década, el servicio de limpieza y recogida de residuos de la ciudad turística, así como el precio de la factura que cada vecino abona por el mismo. La cuestión no es baladí. De ahí que el ejecutivo local haya desembolsado un total de 14.000 euros para pedir a una empresa un informe preliminar sobre este contrato, como explicó ayer el portavoz del equipo de gobierno, el popular José Ramón González de Zárate.
Hay que tener en cuenta que la contrata de limpieza y recogida de residuos de Benidorm, con un canon anual de alrededor de 12 millones de euros, lleva en manos de la mercantil Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) desde hace 25 años. La relación entre el Ayuntamiento de la ciudad turística y la empresa en cuestión no ha estado exenta de polémica. De hecho, el Consistorio y FCC han llegado a verse las caras varias veces en los tribunales a cuenta del contrato de la basura por cuestiones económicas y tareas pendientes de realización.
Ahora, a menos de seis meses para que se acabe la contrata, el gobierno local tendrá en cuenta la opinión de una empresa externa para determinar el futuro de la misma. «Hay muchas áreas municipales implicadas como Contratación, Intervención, Hacienda o Limpieza Viaria y cada técnico tiene su criterio. Por ello, hemos decidido acudir a una empresa externa que valore cuál es la mejor fórmula para este tipo de contrato», señaló ayer González de Zárate, quien recordó que la Ley de Contratos -que ha entrado en vigor hace unos meses- abre todo un abanico de posibilidades a la hora de escoger cómo contratar el servicio.
«Es una cuestión delicada. Hay mucha diferencia entre la recogida de residuos entre la temporada alta y el resto del año y otras cosas que se deben analizar», señaló ayer el portavoz del gobierno local quien recordó que, sin ir más lejos, hace menos de cinco años, en 2013, el canon de esta contrata sufrió una bajada del 25% por desajustes económicos, de ahí que el actual ejecutivo municipal no quiera que la historia vuelva a repetirse.
Recelos y desconfianzas
En cambio, la representante municipal de Liberales, Gema Amor, desconfía de las justificaciones del gobierno local para acudir a una empresa externa que decida sobre esta importante contrata. «No es un procedimiento nada habitual. Estamos en plena redacción de los pliegos del mobiliaria urbano y no se ha acudido a una firma para asesorarnos», recalcó la edil, quien mostró sus sospechas. «Los temas de la basura siempre huelen mal, solo hay que mirar muchos sumarios judiciales en toda la provincia», lanzó la concejal, quien denunció que se ha contratado a una empresa «a espaldas» del resto de grupos de la Corporación local. Por ello, la concejal ha presentado una batería de preguntas dirigidas al edil de Limpieza Viaria, Arturo Cabrillo, para conocer los detalles de esta contratación, así como los informes técnicos y la motivación de la misma.
González de Zárate defendió que la contratación de esta firma para asesoramiento sobre el servicio de limpieza pasó por comisión de Hacienda hace tres semanas. «Igual debería mirar más el orden del día de las comisiones», lanzó el edil en alusión a Amor.
