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Benidorm

Una estación otra vez en punto muerto

Los técnicos siguen sin ponerse de acuerdo sobre aspectos clave para acabar con el contrato en manos de Ortiz y volver a sacar la concesión

A la izquierda, varios turistas pasan por delante de algunos de los cristales rotos. A la derecha, uno de los agujeros en la pared. david revenga

El entuerto de la estación de autobuses de Benidorm está de nuevo en punto muerto. O eso al menos es lo que se desprende después de que, una vez más, el problema se debatiera ayer en una junta de portavoces de la que muchos salieron igual que entraron: sin tener claro cuál es el siguiente paso para poder de una vez quitar al empresario alicantino Enrique Ortiz la concesión de las instalaciones y poder sacar a licitación un nuevo contrato.

Y es que en la reunión de ayer el secretario y el interventor municipal explicaron sus respectivos informes en los que se refleja claramente que hay aspectos claves de la rescisión del contrato en el que no están de acuerdo, como ya publicó este diario, lo que hace complicado poner la mejor fórmula sobre la mesa para acabar con el actual contrato con Ortiz, anulado desde 2007 por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

Parece que la intención es la misma para todos, tanto para el gobierno local como para los miembros de la oposición: buscar la forma legal y jurídica para que el Ayuntamiento no salga mal parado. El problema es que si no hay una postura común de los técnicos, los trabajos para esa rescisión del contrato no avanzan. Así, fuentes municipales confirmaron que el único objetivo es encontrar el camino para solucionar un problema que Benidorm arrastra desde hace una década pero con una propuesta que no deje ninguna duda jurídica al respecto. Así que el ejecutivo local estudiará de nuevo lo dicho por los técnicos para marcar la hoja de ruta que le permita rescindir la concesión.

Lo que sí está claro para ambos técnicos es que hay que retomar las negociaciones con Ortiz, una batalla que se llevó a cabo en 2014 y que el empresario acabó abandonando sin llegar a un acuerdo. El problema es que los informes discrepan en un punto importante: quién debe asumir la indemnización millonaria que hay que abonar al empresario y qué valoración tomar como referencia.

Abandono

Así que mientras en el Ayuntamiento se suceden las reuniones y los informes para ver cómo afrontar la situación, in situ, es decir, en la propia estación de autobuses, la primera imagen que ven los miles de viajeros que llegan a la capital turística cada día es una instalación con múltiples desperfectos. Con la temporada estival ya iniciada y en pleno julio, el ir y venir de maletas y turistas en continuo en la estación. Los que llegan a pasar sus vacaciones se encuentran cristales rotos, escaleras mecánicas que muchas veces no funcionan y agujeros en las paredes además de suciedad. Todo esto no es nuevo. Desde que comenzó el proceso para quitarle la concesión a Ortiz, en las instalaciones no se ha mejorado prácticamente nada y, con el paso del tiempo, los desperfectos van a más. También la zona comercial mantiene apenas un par de negocios abiertos en los últimos tiempos, lo que hace de esta puerta de entrada un lugar abandonado.

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