Los hinchas de inglaterra llenaron terrazas y bares de la zona «guiri» de Benidorm para ver el partido en el que su equipo se jugaba el tercer puesto del Mundial. Eso sí, mucho menos que otros días. Tras los incidentes de las últimas semanas, el encuentro se vivió con calma entre los turistas británicos y con un despliegue policial menor al de los primeros partidos que jugó el equipo inglés. Las calles como Mallorca o Gerona se cortaron durante el partido y agentes de la Policía Nacional y la Policía Local velaron por la seguridad de los usuarios que se congregaron en estas calles. Finalmente, Inglaterra perdió contra Bélgica para desilusión de los aficionados.