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Benidorm

La herencia envenenada del edificio InTempo

Un juez condena a la heredera del promotor del rascacielos a pagar 17,6 millones por su culpabilidad en el concurso de acreedores

Imagen del edificio InTempo, cuya obra continúa parada. DAVID REVENGA

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha condenado a los herederos de José Ignacio de la Serna, el promotor del edificio InTempo fallecido en 2015, al pago de 17,6 millones de euros, por su culpabilidad en el concurso de acreedores de Olga Urbana, que acabó con la liquidación de esta sociedad y la venta del rascacielos a un fondo de inversión el pasado febrero por algo más de 60 millones de euros, casi la mitad de la deuda total que arrastraba la promotora. Así se recoge en una sentencia adelantada ayer por Vozpópuli, que no es todavía firme y que también condena al constructor benidormense Isidro Bononat, en su día socio de De la Serna, al pago de 12,9 millones y lo inhabilita para administrar bienes ajenos y para representar a cualquier persona por un periodo de 10 años, así como la pérdida de cualquier derecho que tuviera como acreedor concursal o contra la masa.

El fallo, que está fechado el pasado 26 de junio y contra el que cabe recurso, deriva del concurso de acreedores instado en 2014 por la Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), propietaria del préstamo de 93 millones que en su día concedió Caixa Galicia concedió a Olga Urbana para levantar las torres. El también conocido como «banco malo» requirió al Juzgado la declaración de concurso culpable, entre otros motivos, por «posibles desvíos de importes», entre ellos la financiación concedida para construir el edificio o el dinero adelantado por compradores de pisos.

Lo mismo solicitó la administración concursal, designada por el juez a la letrada Antonia Magdaleno, quien en su informe sostuvo que los propietarios de Olga Urbana «llevaron a cabo una actuación poco diligente ante la situación por la que atravesaba la sociedad desde varios ejercicios ante la solicitud de concurso, lo que supuso un agravamiento de la situación de la insolvencia de la deudora». Asimismo, la administradora apuntó que se adoptaron «decisiones que llevaron a un sobreendeudamiento» y se obtuvo «financiación que, sin embargo, no se tradujo en recursos económicos» para la sociedad.

A la vista de toda la documentación, Leandro Blanco García-Lomas, juez titular del Mercantil número 1 de Alicante, concluye que la conducta de los administradores sociales «es reprochable, en la medida en que con ella han generado y agravado la situación de insolvencia de la entidad concursada, continuando en el tráfico jurídico cuando deberían haber solicitado el concurso», motivo por el cual concluye en declararlos culpables del mismo.

Una sentencia sin juicio

La condena a los herederos de José Ignacio de la Serna -en realidad, a su única hija, casada con Javier Frías, quien estuvo durante un tiempo al frente de la empresa- y a Isidro Bononat se produce sin que antes haya mediado juicio, pese a que así lo solicitó el propio Bononat. Éste, que también se personó como perjudicado por los impagos de la promotora, reclamó que se celebrara una vista en la que poder defenderse, petición que no fue atendida por el juez. De ahí que, casi con toda posibilidad, el fallo vaya a ser recurrido, según avanzaron fuentes relacionadas con la causa.

Por su parte, acreedores de Olga Urbana consultados por este diario tildaron ayer de «incobrables» tales cantidades, que ya daban por perdidas prácticamente desde el primer día.

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