Inglaterra no se jugaba nada ayer en el Mundial porque tenía la clasificación asegurada pero eso no menguó las ganas de fiesta durante el partido contra Bélgica de los ciudadanos ingleses que están pasando sus días de vacaciones en Benidorm. Las calles de la conocida como zona «guiri» eran un hervidero de turistas que abarrotaron hoteles, terrazas, locales para acabar contando calles en las que, incluso, lanzaron bengalas de humo, pero sin causar ningún incidente de gravedad.
Durante todo el día por la capital turística los aficionados ya daban una pista de que ayer había partido ya que lucían sus camisetas blancas impolutas que no acabarían tan inmaculadas al terminar la jornada tras las celebraciones que protagonizaron a pesar de que su equipo perdió contra los belgas. Sobre las 16.00 horas, algunos aficionados extranjeros llenaban ya bares y pubs del Rincón de Loix, sobre todo, los ubicados en la calle Gerona, una de las vías más populares entre los ingleses. Sobre las mesas, un gran número de «pintas» que no pararon de beber durante todo el partido. A ellas se sumaron cánticos y gritos durante el encuentro e incluso después.
Según iban pasando las horas, las calles se llenaron de hinchas de Inglaterra con sus banderas, camisetas y con bebidas que fueron cogiendo posiciones en las terrazas de algunos locales pero también en las de los hoteles donde prácticamente eran ellos los únicos inquilinos. En uno de estos establecimientos, unas 3.000 personas se agolpaban alrededor de la piscina horas antes del partido para prepararse para ver cómo jugaba Inglaterra contra Bélgica bajo medidas de seguridad como la prohibición de bañarse o un límite de aforo que quedó completo a mitad tarde.
En las terrazas, los aficionados siguieron el encuentro sin perder detalle en pantallas gigantes y con banderas que también se veían en balcones de muchos hoteles y apartamentos pero no sólo del Rincón, sino también por el centro histórico de la capital turística y otras vías.
Por la calle, un dispositivo especial con más de medio centenar de agentes de la Policía Nacional y la Policía Local, acompañados también por perros policía, controlaron durante toda la tarde y al finalizar el encuentro que no se produjeran incidentes como los ocurridos en los partidos anteriores que ha jugado el equipo inglés en el Mundial. Hace apenas una semana, varios aficionados rompían la luna de un vehículo que intentaba salir de la zona «guiri».
Ayer, los agentes restringieron el acceso al tráfico a las principales calles del Rincón donde se agolpaban los aficionados antes de terminar el partido para evitar incidentes y controlar la seguridad de los presentes. En algunas de ellas, los aficionados taponaron ellos mismo el paso con sus celebraciones y llenaron la calzada donde llegaron a tirar alguna bengala de humo rojo. Durante el partido y los minutos posteriores, no hubo incidentes, según confirmó a este diario el concejal de Seguridad, Lorenzo Martínez. Al cierre de esta edición, no se había producido ningún suceso de gravedad.
