Además de prestar atención y realizar reclamaciones en torno a temas como el urbanismo o la accesibilidad de una ciudad, las asociaciones vecinales de Benidorm deben crear un tejido social que mejore el bienestar de los ciudadanos. Esta reivindicación parte de la asociación Els Tolls, una de las congregaciones vecinales más activas del municipio. Su presidente, Juan Antonio Lizancos, destaca que las agrupaciones de vecinos son fundamentales para que las administraciones presten atención a cuestiones como la existencia de barreras, la limpieza o la necesidad de más zonas verdes, pero también anima a que la gente de los barrios sea artífice en conseguir «que la ciudad se eche a la calle, disfrute de Benidorm y que todos tengan los recursos necesarios para tener una vida mejor».

Integración y solidaridad

Las labores de integración y solidaridad son dos de los pilares fundamentales en una asociación que colabora, al igual que otras de Benidorm, activamente con diferentes causas como el cáncer. En este sentido, más de 30 voluntarios elaboran desde hace un año gorros destinados a pacientes que han perdido su cabello debido a los tratamientos oncológicos (los distribuyen de manera gratuita entre Anémona, Aspanion y el Hospital Clínica Benidorm, entidad que les facilita los ovillos de lana). Els Tolls ha elaborado ya, con el apoyo del Centro Doble Amor, cerca de 300 gorros que en el mercado podrían costar hasta 30 euros.

La pericia de los voluntarios de la asociación también ha servido para elaborar cerca de 500 flores de papel que han llevado meses de trabajo y que se repartirán en la próxima cena solidaria de Anémona, grupo de autoayuda para mujeres con cáncer de mama.

Los vecinos de esta zona de Benidorm, a lo largo de sus cerca de 25 años de historia, también han colaborado con organizaciones como Cáritas y en causas como apoyar a los refugiados sirios (consiguieron ropa y 600 pares de zapatos), el terremoto que sufrió Ecuador (organizando un festival benéfico), la gente mayor del municipio (a través del Proyecto «Brújula») o las mujeres maltratadas.

Desde esta asociación también organizan fiestas periódicas destinadas a que gente de otras culturas se sienta respaldada y acompañada en épocas como la Navidad: «Las acciones solidarias forman parte del ADN de todas las asociaciones de Benidorm, no solo la nuestra, esto es algo que hay que potenciar y extender», destacó Lizancos.