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Benidorm

Cargan contra el Consell por volver a retrasar las obras de un colegio lleno de grietas

La AMPA del Vasco Núñez de Balboa exige a Educación que cumpla su palabra de reformar el centro este verano

Una de las protestas en el colegio.

El nuevo retraso de la conselleria de Educación en reparar las múltiples grietas y desperfectos en el colegio público Vasco Núñez de Balboa de Benidorm ha vuelto a poner en pie de guerra a la comunidad educativa de este centro. Fuentes de la asociación de madres y padres de alumnos (AMPA) de este colegio, cuya presidenta es Sandra de Vega, aseguraron ayer que se sienten «hartos» y «engañados» por esta situación y por ver que los problemas del centro se extenderán un año más sin que el Consell venga a darles ninguna solución.

La AMPA ha remitido al inspector y a la Dirección Territorial de Educación sendos escritos donde recuerdan el último compromiso alcanzado por los representantes de Marzà en la provincia. En el documento aseguran que la directora territorial, Virtuts Torró, se comprometió con los representantes del centro a que las obras de reforma se realizarían entre junio y septiembre de este 2018, una promesa que, según aseguran los representantes de las familias, «no se va a cumplir y muestra de ello es que estamos a mediados de junio y los trabajos ni siquiera se han licitado», dijo De Vega.

Como ha venido publicando este diario, el Vasco Núñez de Balboa se construyó en el año 1975 y, desde entonces, ha sufrido varias ampliaciones. Sin embargo, la primera edificación permanece prácticamente igual que el primer día. En 2014, el mal estado de algunas de estas instalaciones por la aparición de grietas y los desprendimientos registrados, obligaron a clausurar cuatro aulas y reubicar a sus alumnos en otras zonas del edificio, una situación que se prolonga hasta el día de hoy. Desde entonces, la conselleria no ha dejado de prometer fondos para una reforma que nunca acaba de llegar.

La conselleria de Educación ya adjudicó en su día la redacción del proyecto de rehabilitación de las zonas afectadas e, incluso, prometió una inversión de 325.000 euros para la retirada de un tejado de fibrocemento y la remodelación de las aulas dañadas por las grietas. La primera actuación la acabó llevando a cabo y pagando el propio Ayuntamiento; la segunda, sigue a la espera de que Vicent Marzà haga algo.

Los padres consideran «prioritario» que se lleven a cabo estas mejoras, que considerar «de urgencia» debido al mal estado en el que se encuentran estas zonas clausuradas del colegio. Por ello, reclaman a la conselleria de Educación que «asignen urgentemente a una empresa que ejecute dichos trabajos este verano sin falta», para que el colegio pueda inicial el próximo curso a pleno rendimiento. En caso contrario, no descartan realizar nuevas protestas si así lo creen necesario.

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