Una semana después, el salón de plenos del Ayuntamiento de Benidorm vivirá lo mismo que hace unos días: el intento de aprobación de los pliegos de condiciones técnico-administrativas que marcan el inicio de las obras de la nueva y millonaria avenida del Mediterráneo. Aunque parece que esta vez saldrá para adelante.

Hace tres días, la oposición «tumbó» ese mismo punto, es decir, se retiró después de que mostraran sus dudas sobre aspectos relacionados con la financiación de las obras. Ayer, parece que parte de esos grupos se convencieron con las nuevas explicaciones hechas por los técnicos y podrían dar su voto para aprobar los documentos que permitirán licitar los trabajos; o al menos, eso es lo que espera el gobierno .

Las obras de remodelación de esta principal arteria de la ciudad, valoradas en 9,5 millones de euros (sin IVA), llevan meses anunciándose. Sin embargo, los trámites administrativos y la posición política de algunos grupos de la Corporación han obligado en dos ocasiones a retrasar la aprobación de alguno de los documentos.

Retraso

La primera fue hace unas semanas cuando la oposición también votó en contra de la urgencia y de que el proyecto entrara en el pleno. El documento finalmente se aprobó. La segunda hace sólo unos días con esa retirada del orden del día.

El alcalde Toni Pérez, anunció ayer mismo, tras una Junta de Portavoces, que el nuevo pleno extraordinario será el lunes tras solventar las dudas que partidos como PSOE, Ciudadanos (Cs), Liberales y Compromís alegaron el lunes para retirar el punto, la mayoría de ellas sobre la financiación; es decir, en cómo se va a pagar el proyecto.

El planteamiento del gobierno del PP es que el Ayuntamiento asuma con fondos propios el 25% de la obra (unos 2,8 millones de euros) mientras que la concesionaria del agua, Hidraqua, pague el otro 75% con el Fondo de Renovación que se incluye en el contrato. Los grupos de la oposición querían que se les explicara punto por punto los porcentajes y partes de la obra que asume la mercantil con ese fondo; pero también de cuánto dinero se dispone en ese colchón y cuánto se ha gastado hasta ahora de los 4,5 millones con los que se cuenta al año.

Explicación de los técnicos

Así que los técnicos municipales volvieron a comparecer ayer ante los concejales para aclarar estas cuestiones, reiterar que todo el procedimiento es correcto y presentar, según explicaron fuentes municipales, un cuadro con todos los porcentajes que se unirá al expediente en el que ya se han superado la decena de informes técnicos. El portavoz del PP, José Ramón González de Zárate, indicó que «no es obligatorio» que ese documento se incluya en los pliegos pero que se va a hacer tras la petición de la oposición.

Superadas estas dos, los socialistas aún insistieron en una más: la falta de toda la consignación en el presupuesto. Unas cuentas que ayer ya publicó de forma definitiva el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Así que el PSOE quiso saber de dónde se iban a sacar los 800.000 euros que falta consignar en el capítulo de inversiones para Mediterráneo y para llegar a esos 2,8 millones. Una cuestión que Intervención recogerá con una retención de crédito por ese importe en el capítulo de Vías Públicas del presupuesto. Si se cumplen esas cuestiones, «no tenemos problema en dar nuestro apoyo», alegó el portavoz Rubén Martínez.

Sin embargo, aunque parece que, según las fuentes consultadas, partidos como el PSOE se convencieron y Liberales tampoco se mostró en contra, Compromís y Cs no se pronunciaron sobre si darán su voto, según las mismas fuentes. El portavoz de la formación nacionalista, Josep Bigorra, indicó que «ya no pediríamos la retirada del pleno pero tenemos que estudiar el voto». Con todo alegó que «si se hubiera hecho esto antes, el transcurso de las cosas hubiera sido otro».

Así que con las dudas resueltas, parece que el gobierno local conseguirá los apoyos suficientes para aprobar los pliegos y licitar lo antes posible, aunque habrá que esperar al lunes. Y es que el tiempo es oro ya que, cómo explicó el portavoz popular, «nos jugamos que en julio de 2019, en lugar de unas obras con las que puedan convivir los vecinos nos encontremos que igual no permite ni que abran los comerciantes». Unos comerciantes que hace sólo dos días pedían a los partidos «aparcar sus diferencias políticas» para sacar el proyecto adelante.