Aparcar sus diferencias políticas y personales y trabajar conjuntamente por y para la ciudad. El comercio local de Benidorm lanzó ayer esta reclamación a los distintos grupos políticos en el Ayuntamiento de la ciudad y exigió apartar la lucha política de un proyecto que consideran «vital» para la ciudad como es el de la avenida del Mediterráneo. Así lo trasladó ayer el presidente de la Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm (Aico), Raúl Parra, un día después de que los grupos de la oposición municipal bloquearan el pleno los pliegos de condiciones para licitar esta obra. Algo que, sin duda, retrasará de nuevo el comienzo de una de las infraestructuras más demandadas -y más prometidas campaña electoral tras campaña electoral- en la ciudad.

Como ya contó ayer este diario, PSOE, Liberales, Ciudadanos y Compromís impidieron el lunes al gobierno loca, formado por PP y CBM sacar adelante este punto en un pleno extraordinario convocado prácticamente «ex profeso» para poder dar un impulso a las obras. El motivo alegado, las dudas que les habían surgido sobre cómo se va a financiar este proyecto, que está valorado en 9,5 millones de euros, más IVA. Del total de esta cuantía, el Ayuntamiento tiene previsto financiar con fondos propios el 25% del coste de la obra. Es decir, 2,8 millones; el 75% restante se incluiría en el Fondo de Renovación de la empresa concesionaria de la gestión del ciclo del agua en la ciudad, Hidraqua. De modo que las arcas municipales se «ahorrarían» el grueso de la obra, aunque el fondo de la concesionaria para realizar otro tipo de inversiones se vería seriamente mermado.

Ante esta situación, y a pesar de que los técnicos responsables de Secretaría y de Intervención consideran que no había ningún problema en que los pliegos pudieran salir adelante, la oposición en bloque consideró que la falta de suficiente consignación en el presupuesto municipal ponía en entredicho la financiación del proyecto y se negaron a aprobar los pliegos, dejando a PP y CBM de nuevo en minoría y sin margen de reacción.

La réplica

Las consideraciones de la oposición, no obstante, fueron recibidas ayer por el comercio local como un importante golpe en la revitalización de la trama urbana que los pequeños y grandes empresarios de la ciudad vienen reclamando desde hace años. «Este no es un momento de disputas entre partidos, sino que las necesidades de la ciudad merecen el trato y la gestión adecuada, sin dilatar en el tiempo proyectos y decisiones por intereses particulares», trasladó ayer el dirigente de Aico, Raúl Parra.

En un comunicado de la agrupación, los comerciantes afirman que «según la información obtenida por esta asociación, la partida económica propuesta por el Gobierno local está avalada por los técnicos municipales con arreglo a los presupuestos de 2018, cuyo informe da viabilidad económica al proyecto». De ahí que Aico no entienda el rechazo de socialistas, liberales, Cs y nacionalistas: «Nos podrá gustar más o menos, o podrá hacerse mejor o peor (desde luego, siempre respetando la más estricta legalidad), pero la ciudad debe dar los pasos firmes para no quedarnos atrás en una de las necesidades principales, como es este proyecto».

Foco de atracción

Además de por tratarse de una de las principales avenidas de la ciudad, los argumentos expuestos por Aico para defender que se agilice la tramitación para el inicio de las obras de la avenida del Mediterráneo es puramente económico. A su juicio, el mismo permitirá a Benidorm de nuevo estar «a la vanguardia del turismo, generando las sinergias necesarias para la creación de empleo, riqueza, oportunidades y bienestar, tanto para todos los sectores del tejido empresarial, y muy especialmente el comercial, como para vecinos en general». Y el motivo no es otro que, al parecer de los comerciantes de Benidorm, este nuevo proyecto situará a la avenida del Mediterráneo en un foco de atracción de público, y también de compradores, para poder sortear retos que tiene por delante el sector, entre ellos «la llegada del futuro centro comercial», que desviará parte de la actividad comercial a las afueras de Benidorm; o «los nuevos hábitos de compra por internet, que apartan al público de nuestros comercios».