La Asociación de Camareras de Piso de Benidorm y la Asociación de Aparadoras de Elche se reunieron ayer en el edificio municipal «El Claustro» de Alicante con el fin de poner en común la problemática que afecta a dos de los sectores trabajadores más «maltratados» de la provincia.

A la cita también acudieron representantes de las «kellys» de Alicante y de las aparadoras de Villena. Tras la reunión, Yolanda García, portavoz de la asociación de «kellys» en Benidorm, explicó que la cita ha servido para que los dos colectivos se conozcan mejor. Aparadoras y camareras han creado ya un grupo de trabajo para comunicarse y realizar acciones conjuntas «como protestar para que se reconozcan determinadas enfermedades profesionales u organizar una charla en Villena».

Las «kellys» y las aparadoras decidieron asociarse para denunciar la «invisibilidad» que sufren estas mujeres, expuestas a una gran carga de trabajo y a condiciones, laborales y económicas, frecuentemente «abusivas».

La idea de agruparse, por parte, de las trabajadoras ilicitanas, nació en abril de este año, precisamente a raíz del trabajo reivindicativo que las camareras de piso de ciudades como Benidorm llevan meses realizando. Las «kellys» han sido, por tanto, el espejo en el que las aparadoras se han mirado a la hora de comenzar a luchar contra temas como la economía sumergida o defender su derecho a un salario justo.

Charla con Pedro Sánchez

El encuentro entre los dos colectivos se produjo ayer viernes, día en el que las «Kellys» a nivel nacional manifestaron su aspiración de volver a La Moncloa para reunirse con el nuevo presidente del Gobierno, como ya hicieron con Mariano Rajoy en abril. Ante la llegada del PSOE, la portavoz de este colectivo, Myriam Barros, en declaraciones a Europa Press afirmó que las camareras de piso están «contentas» y «esperanzadas» ante la posibilidad de que las mejoras laborales «lleguen antes de que termine la legislatura».